Costa Rica: Discurso presidencial en el día de la independencia - TicoVisión  
Escrito en 16/09/12 a 08:06:49 GMT-06:00 Por Administrador
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Hace 191, llegó a nuestro suelo un correo proveniente de Guatemala en el que se nos invitaba a abrigar la independencia.

Costa Rica: Discurso presidencial en el día de la independencia - TicoVisión


16 de septiembre de 2012 | TicoVisión | Redacción - | Nacionales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



Discurso de la Presidenta de la República
Celebración de la Independencia
San José, 15 de Setiembre 2012



El vicepresidente Alfio Piva, la señora Presidenta Laura Chinchilla y don Johnny Araya, alcalde de San José, observan el desfile de escuelas y colegios por la avenida segunda.
Costarricenses:

Celebramos hoy el aniversario de nuestra patria y rendimos homenaje a un hermoso legado de paz, democracia y desarrollo.

Hace 191, llegó a nuestro suelo un correo proveniente de Guatemala en el que se nos invitaba a abrigar la independencia. Ante un desafío tan inusitado y extraordinario, aquel pequeño conjunto de aldeas que era Costa Rica, reaccionó de modo igualmente inusitado y extraordinario: en cuestión de mes y medio promulgó una Constitución, el Pacto de Concordia, basada en principios de libertad e igualdad y estableció por primera vez un gobierno republicano y democrático, elegido por los ciudadanos.

Creo que pocas veces en la historia mundial una sociedad tan modesta y rudimentaria ha reaccionado al reto de la soberanía con tanta rapidez, con tan asombrosa visión de futuro, y con tan ferviente deseo de que sus habitantes construyeran una patria en paz y armonía.

Hace unos días, y con motivo de las celebraciones patrias,  me llamó poderosamente la atención una frase consignada en los muros de un centro educativo: “Vivir la independencia, promover la convivencia.” Creo que ese fue justamente el espíritu que animó a la ciudadanía costarricense en 1821 y que a lo largo de nuestra historia ha hecho que este país sea exitoso en múltiples aspectos.

Se comprendió desde 1821 y se ha reiterado una y otra vez, que la independencia de Costa Rica no debía traducirse en la agresión a otros pueblos ni en el abuso de la autoridad sobre la ciudadanía, sino que conllevaba un deber de promover la convivencia. Eso era y sigue siendo vivir la independencia: promover la convivencia armónica y la solidaridad, tanto con los países vecinos como al interior de nuestra sociedad. Hacer de Costa Rica un país de paz ante la comunidad internacional, pero que también viva en paz consigo misma, que las personas puedan ver transcurrir sus días sin temor a la guerra, a la dictadura, a la violación de sus derechos cívicos y políticos.

Pero promover la convivencia no puede circunscribirse hoy a evitar la guerra y defender las libertades políticas. Vivir una auténtica independencia significa trabajar por una Costa Rica más justa y solidaria, donde las comunidades que viven en paz puedan también vivir en un ambiente de seguridad, y con oportunidades para que todas las personas que la integran encuentren vivienda, nutrición y salud. Donde esa juventud que estudia pueda hacerlo en condiciones dignas y pueda después tener espacios de trabajo igualmente digno. Donde las personas adultas mayores y la niñez sean respetadas y protegidas. Donde los trámites ante las instituciones públicas sean breves y respondan a necesidades prácticas y no a impertinencias burocráticas. Donde los ríos y mares sean fuentes de vida y no portadores de contaminación y exterminio. Donde se viva en paz con el ambiente con el mismo espíritu de fraternidad que debe reinar entre las personas.

Menciono solamente algunas de las infinitas ramificaciones que se derivan de vivir la independencia y promover la convivencia. Pero estas u otras dependen, en última instancia, de lo que hagamos como costarricenses, ya sea desde el gobierno o desde nuestra conducta como parte de la comunidad ciudadana. Es necesario tener siempre presente que sin cimientos de auténtica convivencia, la independencia estará siempre en riesgo.

Solamente una actitud responsable, solidaria y visionaria como la de 1821 nos permitirá seguir transitando por la ruta correcta y garantizar a las generaciones del futuro una Costa Rica  próspera y segura.Son necesarios auténticos compromisos, nuevos pactos de concordia. Y en este espíritu, todo paso, grande o pequeño, que demos por el camino correcto, es un aporte para vivir la independencia en convivencia y servirá de estímulo para sobreponernos a los retos del presente.

Enmarcado en las constantes que caracterizan nuestra evolución institucional cada gobernante enfrenta sus propios desafíos, fundados en los problemas más sentidos por su ciudadanía y planteados a partir de las exigencias que define cada época a nuestro sistema político.
Mi gobierno a ha debido enfrentar desafíos especialmente complejos, algunos surgidos de exigencias coyunturales y otros de problemas estructurales cuyas respuestas no llegaron a tiempo.

Hace dos años asumí la conducción del Gobierno de la República bajo el signo de la incertidumbre y la inseguridad. La economía salía de una de las peores crisis de su historia y apenas mostraba una tímida recuperación lo que sumado a cambios esenciales que se habían adoptado en nuestra política monetaria y a un serio déficit fiscal, generaban incertidumbre y desazón. A su vez, los problemas financieros que golpearon instituciones públicas tan importantes como la CCSS y que con valentía pusimos en evidencia, generaron preocupación e inquietud en muchos costarricenses que sintieron amenazado nuestro Estado de Bienestar. Finalmente, el crimen y la violencia en franco crecimiento desde hacía muchos años, nos asediaban generando en cada uno de nosotros temor e inseguridad.

Frente a este escenario, propusimos un norte y trazamos una ruta:hacer de Costa Rica un hogar más seguro, próspero y digno para todas y todos sus habitantes.

A poco más de la mitad de nuestro gobierno, y pese a los diversos obstáculos enfrentados en el camino, con satisfacción observamos queel país se enrumba hacia escenarios que contribuyen a recuperar la confianza y la seguridad.

Nuestra economía se ha recuperado y durante dos años consecutivos hemos crecido por encima del 4%, la inflación es la más baja de los últimos cuarenta años y tan sólo en los últimos 12 meses hemos creado más de 175 mil fuentes de trabajo.

Pese a los problemas que aún experimentan algunos de nuestros principales socios comerciales, venimos rompiendo récords históricos de ventas al exterior y la inversión extranjera directa ha crecido a tasas que alcanzan más del 40%.Los esfuerzos que estamos impulsando por mejorar la competitividad de nuestra economía en formación de recursos humanos, inversión en infraestructura y mejora regulatoria, permitirán sostener el buen desempeño de estas variables económicas.
A la par de los esfuerzos por recuperar el dinamismo económico, hemos venido despejando cualquier duda de que la inversión social del país pueda verse afectada por las limitaciones fiscales y financieras con que nos ha correspondido gobernar.  Así lo demuestra el hecho de que en el 2011 alcanzamos el nivel más alto del presupuesto en educación de nuestra historia,  el cual representa  el 7% del PIB. A la vez, hemos ampliado programas tan importantes como Avancemos, que hoy cubre a  más de 185 mil jóvenes. Hemos mantenido una importante inversión en vivienda e infraestructura comunal y hemos impulsado una Red Nacional de Cuido que al final de nuestra administración habrá incrementado de manera sustancial el número de niños, niñas y adultos mayores que reciben atención integral.

En el caso de la CCSS mi administración está enfrentando con responsabilidad, lo que otras administraciones no supieron hacer. Estamos saldando las deudas financieras adquiridas en el pasado y hemos respaldado diversas medidas dirigidas a sanear las finanzas de la institución. Todo esto ha ocurrido sin sacrificar inversión esencial para la atención de los asegurados. Al contrario, se ha ampliado la cobertura del seguro de salud y del seguro de invalidez, vejez y muerte.

A la incertidumbre económica y social con que iniciamos nuestra gestión, se sumaba un fuerte sentimiento de temor e inseguridad ante una criminalidad creciente y cada vez más violenta. Por ello, nuestra prioridad fue recuperar la seguridad y tranquilidad de los habitantes del país. Con satisfacción puedo decir que empezamos a observar tendencias positivas, aunque no nos damos aún por satisfechos.  Las estadísticas criminales muestran que los delitos de mayor alarma social se han empezado a contener y que algunos disminuyen de manera considerable.  La victimización también se reduce así como el sentimiento de inseguridad.

Pese a los avances logrados a la fecha, reconocemos la ardua tarea que áun tenemos por delante para dejar a Costa Rica mejor encaminada hacia mayores niveles deprósperidad y seguridad.  Para ello, y en este punto de nuestro recorrido se impone ante todo afinar el rumbo,reafirmar prioridades y renovar nuestros votos de servicio a la nación.

La consigna que orientará nuestro trabajo será siempre la misma: hacer de Costa Rica un hogar más seguro para quienes lo habitan. Para ello, afianzaremos los logros hasta ahora alcanzados y abordaremos con especial intensidad las prioridades que me permito ennumerar a continuación.

En materia de mejora de la competitidad de nuestra economía, dejaremos a Costa Rica mejor posicionada en los distintos rankings internacionales. Aunque ya hemos detenido la caída que se observaba desde hace algún tiempo, como lo confirma el Foro Económico Mundial, nuestro objetivo es empezar a escalar posiciones.  Para ello seguiremos elminando trámites innecesarios y reduciremos los plazos de tramitación.

En el área de la infraestructura seguiremos librando las batallas necesarias para dejarle al paíspuertos de primer mundo y para heredarle la más grande cartera de inversiones en carreteras y caminos de su historia. Y a propósito de historia, no cejaré en mi compromiso de atender la deuda histórica con nuestros pueblos fronterizos en el norte y con la defensa de nuestra soberanía, por lo que avanzaremos en consolidarla construcción de la Ruta 1856. Asi mismo, dejaremos el diseño y los mecanismos de financiamiento encaminados que permitirán desarrollar opciones de transporte público ferroviario en San José y en el Gran Area Metropolitana.

En materia social, nos concentraremos en alcanzar las metas de cobertura de los programas de la red de cuido, y en llevar mejor conectividad y computadoras personales a nuestros centros educativos. Contribuiremos a estabilizar las finanzas de la CCSS y haremos finalmente realidad el expediente electrónico para el 100% de las áreas de salud del país.

En materia de seguridad ciudadana, seguiremos trabajando para contener y disminuir aún más las tasas de criminalidad y de victimización, e iniciaremos la construcción de la Academia Nacional de Policía con lo cual culminaremos un ciclo de casi veinte años de profesionalización de la Fuerza Pública.

Sin embargo, el esfuerzo más relevante estará en la promoción de un conjunto de medidas que nos permitan librar una lucha más eficaz frente al narcotráfico y al crimen organizado. Nada más crucial y más urgente para salvaguardar nuestro soberanía y la integridad de nuestras instituciones que enfrentar con eficacia y valentía este mal que aqueja a toda nuestra región.

En materia ambiental nuestra  atención se centrará en la promoción de medidas para la efectiva protección de nuestros mares, los cuales constituyen el 90% de nuestro territorio. Asimismo seguiremos trabajando en convecer a las y los diputados sobre la importancia de aprobar legislación que nos permitan fortalecer nuestra matriz energética con proyectos de ley que expandan la participación de agentes económicos en la generación de energías limpias y que permitan la explotación de las fuentes de geotermia.

Pese a que una vez más una reforma tributaria encalló en nuestra maraña institucional,  el Gobierno, lejos de dar por perdida la batalla, siguióimpulsando leyes que procuran una solución integral al problema.  Hemos ido conteniendo el gasto público sin sacrificar inversión social, hemos mejorado notablemente la recaudación fiscal y gracias a la aprobación de nuevas leyes hemos dotado a las administraciones aduanera y tributaria de mejores instrumentos para combatir la ilegialidad y la evasión. También se nos aprobó una legislación que nos permitirá un manejo más conveniente de la deuda pública. A la vez, procuraremos convencer sobre la importancia de avanzar con dos iniciativas más, una presentada ante la Asamblea Legislativa que busca un manejo más eficiente de las finanzas públicas, y otra que se discute en el Consejo Nacional de Salarios que aborda el serio problema de la maraña salarial y de empleo público.

Finalmente, tal y como lo expresé con onda preocupación el primer de mayo anterior, nuestro Estado no está respondiendo con eficiencia y oportunidad a las expectativas y demandas ciudadanas. Las instituciones públicas tienen cada vez más problemas para cumplir con sus mandatos y para tomar las decisiones que nuestro pueblo demanda y la calidad de la representación política es cada vez más cuestionada por los costarricenses.

Para formular respuestas a estos problemas institucionales, un grupo  de expertos en materia política y constitucional ha venido trabajando en una propuesta que nos permitan avanzar hacia mayores niveles de funcionalidad y calidad de nuestra democracia. Nos comprometemos a promover las acciones necesarias, para que el resultado de sus reflexiones encuentren oportunidades de concreción.

Costarricenses:
Hace pocos días desde las entrañas de la tierra un inaudito remezón estremeció nuestros hogares.  Eso no podíamos evitarlo, ni preverlo, sin embargo nuestra acción colectiva impidió que los daños fueran mayores y permitió que quienes sufrieron las consecuencias del evento, recibieran auxilio y atención.  

Así como nos hermanaron la alarma y el temor, así como maestras y profesores antepusieron a sus miedos la protección de sus estudiantes, así como trabajadores públicos y privados evacuaron edificios y oficinas sin atropellar a los demás, así como grandes y pequeños empresarios ofrecieron transporte, víveres y utensilios para asistir a los necesitados,  así como hemos tenido el método y el rigor para prepararnos ante lo inevitable de la naturaleza;asi mismo debemos abordar nuestras obligaciones cívicas. Con el mismo sentido de urgencia, de solidaridad y de responsabilidad. Con el mismo sentido de convivencia.

En este espíritu, quisiera aprovechar esta oportunidad para hacer un llamado a los señores ministros y demás jerarcas de las instituciones del Estado a dar pruebas concretas y fehacientes de una renovada voluntad de entrega y servicio al país. Nos ha correspondido gobernar en tiempos difíciles pero el honor de servir a Costa Rica desde un cargo público debe bastar para derivar fuerza e inspiración y para redoblar el paso en esta segunda y última mitad de nuestra administración.  

Les insto también para que ante las severas limitaciones financieras del gobierno, mantengamos las políticas de austeridad, con nuestros salarios congelados y reduciendo gastos que no redundan en el cumplimiento de los objetivos esenciales de la administración. Les insto a no malgastar recursos y a satisfacer las necesidades vitales y prioritarias de la comunidad costarricense con estándares elevados de eficiencia y de buen servicio.

Le pido también a cada ciudadano y ciudadana de este país, que se interrogue sobre sus deberes cívicos y cómo cumplirlos mejor. Les pido que sean generosos con la Costa Rica que todas y todos compartimos y que, gracias a todas y todos, puede ser cada vez mejor. Se los pido en nombre de ese hermoso legado de paz y democracia que hemos heredado y que está en nuestras manos nutrir y reforzar.

Para esta segunda y final etapa de mi gobierno le digo a este pueblo que tanto cariño me brinda, que no habrá inundación que ahogue nuestras ilusiones, no habrá amenaza que doblegue nuestras aspiraciones, no habrá terremoto que derrumbe nuestro proyecto, no habrá crítica que nos desvíe de nuestro norte, ni desprecio que debilite nuestro espíritu.

Así como sé que cuento con su apoyo, afecto y confianza, ustedes pueden estar seguros que seguirán contando con mi trabajo honesto ycon mi trabajo y entrega a este país que queremos tanto.

¡Muchas Gracias!

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