La destrucción de la Caja y el gran negocio de la medicina privada – TicoVisión
Escrito en 25/10/12 a 10:23:13 GMT-06:00 Por Administrador
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O la defiende el pueblo como están haciendo en Grecia o en Nicoya, o no la defenderá nadie.

La destrucción de la Caja y el gran negocio de la medicina privada - TicoVisión


25 de octubre de 2012 | TicoVisión | Redacción - | Salud | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



La destrucción de la Caja y el
gran negocio de la medicina privada



Por José Merino del Río *

San José, 25 de octubre de 2012.-   El ataque sistemático que sufre la Seguridad Social no cesará mientras existan intereses enquistados en diversos ámbitos de la sociedad que quieran convertir la salud en una mercancía.

La oligarquía del país se opuso furiosamente al nacimiento de la Caja e importantes sectores de la misma conspiraron y no dudaron en empujar al país a una guerra civil, con la esperanza de que de esa guerra saliera la abolición de las Garantías Sociales.

Desde entonces no han dejado de atacar los principios de la Seguridad Social, así que la agresión que vive la institución y los principios fundacionales que la sustentan viene de muy lejos.

Hay sectores plutocráticos que nunca han aceptado y nunca aceptarán que la salud sea un derecho humano. Para esos capitalistas puros y duros la sociedad es una sociedad de mercado y punto. Todo debe tener un precio, y para los que no puedan pagarlo hay que crear instituciones de caridad y de beneficencia, donde ellos sí están dispuestos a poner algún dinero, hacen alguna buena obra y de paso se ganan el perdón y la salvación eterna.

Mucha gente murió en los campos de batalla del 48 en defensa de la Seguridad Social, y después mucha gente ha batallado siempre para que la Caja se fortalezca y resista los periódicos embates de sus enemigos.

Hoy vivimos una situación más crítica y difícil. La hegemonía del neoliberalismo desató una ofensiva en escala planetaria contra los derechos sociales de los pueblos y de las clases trabajadoras. Los procesos de privatización de los programas estatales de seguridad social fueron devastadores, especialmente en América Latina que fue una especie de tubo de ensayo de los experimentos neoliberales más traumáticos y violentos.

La salud en casi todas las partes empezó a ser considerada fundamentalmente un negocio, a costa de la salud pública florecieron todo tipo de hospitales y de clínicas privadas. De hecho la salud se convirtió de nuevo en uno de los más seguros y lucrativos negocios del capitalismo.

En Costa Rica por razones muy diversas no pudieron llevar a cabo la terapia de choque, envidiada y deseada que tenía lugar en la mayor parte de América Latina. Un factor fundamental fue que nuestro pueblo había sido beneficiario y testigo directo de los buenos servicios de la Caja. Simplemente, aunque los enemigos del pueblo querían liquidarla de un plumazo ni podían ni se atrevían.

Les gusta acumular riqueza a toda costa, pero son cobardes y saben que la rebelión popular se les llevaría también a ellos por delante. Eligieron por eso la táctica del paso a paso, lenta y silenciosamente ir desmantelando la Caja, desde adentro y desde afuera. Cualquiera puede observarlo, cuanto más problemas tiene la Caja mejor le va a los dueños de hospitales y de clínicas privados.

Si hiciéramos un recuento sería interminable, pero cada día aparece una nueva denuncia que demuestra por sí sola en qué conspiración sórdida y canalla nos encontramos.

Leo el otro día en un periódico: "El Hospital México intervino el Servicio de Cardiología, 1.185 enfermos cardíacos en espera de catéter". El catéter es una sonda que se introduce al sistema vascular para diagnosticar o tratar enfermedades del corazón. Una larga espera puede ser fatal para el paciente, teniendo además en cuenta que las enfermedades cardíacas son la primera causa de muerte en el país. ¿Cuántos pacientes se habrán cansado de esperar y han decidido con sus familias hacer un sacrificio y acudir a la medicina privada? ¿Y cuánto vale la colocación de un catéter en un hospital privado? El precio mínimo es de 3.750.000 colones, pero puede llegar hasta los 7.500.000 colones si se necesita un catéter más complejo. Ahí está el gran negocio. ¿Cuántos costarricenses pueden pagarlo con salarios que en su mayoría no llegan a los 200 mil colones mensuales? Las capas medias más pauperizadas pueden hacerlo de vez en cuando, a costa de endeudarse o de enormes sacrificios familiares. Sólo está al alcance cotidiano de los ricos.

Y esa es la clave, mientras en el poder político, en el económico y la misma Seguridad Social haya sectores con más interés en la medicina privada que en la salud pública, la Caja siempre estará amenazada.

O la defiende el pueblo como están haciendo en Grecia o en Nicoya, o no la defenderá nadie.





* El incansable luchador por las causas y garantías sociales, Don José Merino del Río, falleció el 8 de octubre de 2012. Dentro de su gran legado, escribió este artículo el 30 de agosto del mismo año.

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