El Nuevo Testamento y la Homosexualidad - TicoVisión
Escrito en 24/02/13 a 10:51:06 GMT-06:00 Por Administrador
Sociales - Religión
Existen pruebas que en épocas de Jesús, es cuando más libremente judíos, griegos y romanos practicaban el homosexualismo libremente.

El Nuevo Testamento y la Homosexualidad - TicoVisión


24 de febrero de 2013 | TicoVisión | Redacción - | Sociales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



El Nuevo Testamento
y la Homosexualidad



Por el Rev. Michael Piazza
Co-pastor de la Catedral de la Esperanza ICM en Dallas, Texas

23 de febrero de 2013.-   Un hecho que está poniendo a prueba algunos de los fundamentos de la Iglesia, y quizás de nuestra sociedad, es la relación de las personas homosexuales y lesbianas con la iglesia. Mucha de la homofobia de la Cultura Occidental puede encontrar sus raíces en nuestra herencia judeocristiana. Está empezando a ser claro que mucho de lo que fue tomado por mucho tiempo como verdad está menos basado en las escrituras y teológicamente fundado de lo que nosotros creemos.

La Biblia: En nuestra sociedad judeocristiana, los documentos conocidos como La Biblia sirven como la primera guía en muchos hechos. Es interesante cómo muchos cristianos toman literalmente las referencias a actos homosexuales mientras interpretan otros textos con gran flexibilidad.

Una persona escuchó a una conocida oradora religiosa hablar en

su campaña contra la homosexualidad. Ella pasó bastante tiempo citando de modo eficaz versículos del Levítico, hasta que, quien escuchaba, cayó en la cuenta de que, para los estándares levíticos, la ponente había roto ella misma muchas reglas bíblicas: mujeres hablando en la iglesia, mujeres enseñando a hombres, usando un vestido hecho de algodón y poliéster y probablemente otras de las que él no se había percatado.

¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?

Realmente muy poco. Jesús no dice nada concreto, lo cual es bastante significativo. Considerando la relativamente pequeña cantidad de atención que la Biblia da al tema, podríamos preguntarnos por qué un hecho tan volátil junto a otros sucesos (como la hipocresía, la arrogancia, el odio) acerca de los cuales las escrituras dan una gran cobertura, recibe tanta y tan apasionada atención.

Antes de revisar pasajes específicos, debemos hacer notar que todos entienden las escrituras dentro y a la luz de lo que nos ha sido enseñado. La Biblia no fue escrita en un vacío cultural, y muchas de sus enseñanzas y leyes son simplemente clasificadas como poco relevantes hoy en día (como por ejemplo la prohibición de comer cerdo). En ningún lugar de la Biblia está la idea de personas homosexuales. Los hechos están, sin excepción, dirigidos a ciertos actos homosexuales.

Los escritores de esa época no tenían entendimiento de la homosexualidad como una orientación psicosexual. Esta verdad es un descubrimiento relativamente reciente. Los autores bíblicos se referían a actos homosexuales realizados por personas que ellos asumían como heterosexuales.

Jesús: En el contexto del Nuevo Testamento, no hay registro de Jesús diciendo nada acerca de al homosexualidad. Esto debería golpearnos como algo muy particular a la luz de la gran amenaza al cristianismo y a la vida familiar que algunos podrían hacernos creer que es la homosexualidad. Jesús vio a la injusticia y a la hipocresía religiosa como más grandes amenazas al Reino de Dios.

El religioso episcopal Dr. Tom Horner escribió que los evangelios dan a entender en dos lugares que la actitud de Jesús acerca de los gays y lesbianas no tendría que ser hostil. La primera es encontrada en la historia de Jesús sanando al siervo del Centurión. La palabra original usada para el sirviente es “país”, la cual en la cultura griega se refería al amante joven de un hombre mayor, más poderoso o educado. Claramente la historia demuestra un inusual e intenso amor, y la respuesta de Jesús fue totalmente positiva (Mat 8,5-13,Lc7,1-10).

La otra alusión a la actitud de Jesús es vista en sus comentarios acerca de los eunucos. Jesús se opone al divorcio debido a los abusos experimentados por las mujeres. Es en este contexto en el cual Jesús dice a sus apóstoles: “Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos así por los hombres y hay eunucos que a sí mismos se hicieron por causa del Reino de los Cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba”.

Esto lo dijo a sus discípulos como respuesta, ya que comentaron que si había tantas restricciones para el matrimonio, “Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse”. Y el les dijo: “No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado”(Mat 19,10-12).

La remarcación de Jesús acerca del celibato y la castración es clara, pero un niño varón nacido sin testículos es un raro defecto de nacimiento. Es solamente en nuestros días que el Instituto Kinsey ha demostrado que la orientación sexual es demostrada con prioridad al nacimiento.

Esto bien podría ser a lo que se refería Jesús como ser “nacidos eunucos” o sea lo que nosotros conocemos como hermafroditas o intersexuales. La actitud de Jesús hacia los eunucos difiere grandemente de los fariseos fundamentalistas de sus días. Para ellos, los eunucos fueron excluidos del Pacto y exceptuados del culto y participación en la comunidad de fe.

La elegante aproximación de Jesús a los eunucos es bellamente presentada en la promesa de la profecía de Isaias 56,4-5: “A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de mis hijos e hijas, nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá”.

En los días de Jesús hubo tres tipos de personas llamadas eunucos: célibes, aquellos que eran esclavos y fueron castrados para que no tuviesen descendencia y aquellos que “nacieron eunucos”.

La realeza y las familias opulentas podían utilizar esclavos castrados para trabajar y cuidar a las concubinas o a las esclavas. Sin embargo, cuando asignaban esclavos a los miembros femeninos de la realeza, ellos podían escoger esclavos homosexuales. Con los miembros femeninos, no sólo era importante evitar embarazos innecesarios, sino también violaciones.

Es bajo esta premisa que debemos entender la historia encontrada en Hechos 8,26-40. En este pasaje ,el Espíritu Santo envía a Felipe el Diácono a conocer y bautizar a un eunuco etíope esclavo de la reina Candace de Etiopía. Uno de los primeros conversos al cristianismo fue una persona excluida por razones sexuales de la comunidad del Antiguo Testamento.

El amor de Cristo: Jesús hizo bastante por cambiar muchas costumbres sociales e ideas. El elevó la posición de las mujeres, y ellas fueron al último sus mejores y más fieles discípulas. El realizo esto con ejemplos y mandamientos, los cuales fueron absolutamente inclusivos con los derechos de todas las personas.

Sin embargo, en nombre de Cristo, el cual rodeó todo de amor, la iglesia ha sido la mas homofóbica de todas las instituciones. Esto no debería sorprender, cuando nos percatamos de que la iglesia es todavía la más grande segregadora.

El mensaje central y final del Nuevo Testamento es que TODAS las personas son amadas por Dios, tanto que su Hijo fue enviado como un significado de redención de una enfermedad por la cual éramos todos afectados. La cura para esta enfermedad no puede ser encontrada en ningún grupo de acciones. Ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son redentoras. El amor de Dios a través de Cristo fue dado a todas las personas sin distinción.



Traducido y adaptado de un artículo escrito por el Rev. Michael Piazza.

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