Si se piensa en atraer beneficios para el consumidor, para el mercado laboral, para la protección del medio ambiente y por supuesto, beneficio fiscal para el país, este tipo de esquema bien desarrollado y planeado en forma estratégica con políticas que busquen objetivos primordiales, podría convertirse en una flor en el ojal para el INA, entidad rectora de la formación y capacitación de los recursos humanos que demanda nuestro país. Es posible también mirar este proyecto en el sentido de apertura comercial con el resto de Centroamérica, debido a que no existe esta industria de remanufacturación de partes automotrices en toda el área y podría con el tiempo, implementarse con otras piezas automotrices que también son remanufacturables. El reto planteado es grande pero no es un imposible, con compromiso y responsabilidad   estamos absolutamente seguros de su éxito.

Actualmente desechamos gran cantidad de piezas de nuestros vehículos que son totalmente reutilizables y  una vez sometidas a un proceso de remanufacturación, se les da otra vida útil con estándares de calidad.

Generación de empleo.  Con esta industria generaríamos empleo a todos los niveles y en ambos sexos, creando oportunidades bien remuneradas, pues requiere de mucha mano de obra. Generaríamos  una esperanza a nuestros jóvenes que están saliendo de las universidades sin encontrar una oferta laboral digna y en los adultos que, en muchos casos, después de una corta inducción podrían insertarse en esta industria.

Ahorro de divisas.  Este sería producto de no tener que importar las piezas completas, sino solamente los componentes requeridos para su remanufacturación, además, algunos de esos componentes eventualmente podrían fabricarse aquí. (Ya hay algunos que se fabrican en zona franca)

Protección del medio ambiente.  Esas piezas ya no irían a los botaderos de basura o a los ríos, y las que no sean remanufacturables por su mal estado, se desechan ordenadamente. El aluminio, el cobre y el hierro se envían a la fundición para su adecuado reciclaje.

Ahorro de energía.  La energía que se gasta en crear una pieza nueva, en algunos casos, es 7 veces más que una remanufacturada, al no gastarla innecesariamente contribuimos a evitar el calentamiento global.

Generación de divisas.  El desarrollo de estas empresas requiere de apoyo, voluntad y seguimiento político, podríamos abastecer nuestro consumo interno y además convertirnos en un centro de remanufacturación para el resto de los países del Istmo, así como de perfeccionamiento activo para otros mercados donde se están cerrando las plantas de remanufacturación por el alto costo operativo.

No bastan las buenas intenciones, hacen falta hechos concretos de parte de nuestros gobernantes, que no sigamos con asesorías y estudios de factibilidad que nos cuestan mucho y terminan en una gaveta, o sentarnos a esperar que vengan empresas extranjeras a enseñarnos lo que ya sabemos hacer.