¡Costa Rica debe Integrarse! - El Archivo 253 – TicoVisión
Siendo una nación de inmigrantes, el complejo de culpa de no tener en su meseta central, una base indígena, sumada a su falta de acercamiento a su región Caribeña...
7 de abril de 2013 | TicoVisión | Redacción - Julian Frech A | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
El Archivo 253
Por: Alejandro Gallard Prio, Silvio Aviléz Gallo, Julian Frech Ayub, Salvador Jarquín Calderón
7 de abril de 2013.- En esta columna a ocho manos, todas relacionadas por su acendrado centroamericanis-
mo, decidimos analizar la negación de Costa Rica a integrarse plenamente a la UNIÓN, algo que se ha venido acentuando en los últimos años, por lo que nos trae a la memoria, la histórica reunión de Don Pepe Figueres, líder costarricense, con el Dr. Juan José Arévalo, Presidente de Guatemala, quien ante los comentarios de Don Pepe, le dijo: “¿No será, que usted, lo que desea es costarricanizarnos, en vez de centro americanizarse?” según el Coronel Hondureño, Paco Morazán, allí presente.
Interesante observación de ese ilustrado demócrata, quien en su agudeza, posiblemente desnuda el com -
mo, decidimos analizar la negación de Costa Rica a integrarse plenamente a la UNIÓN, algo que se ha venido acentuando en los últimos años, por lo que nos trae a la memoria, la histórica reunión de Don Pepe Figueres, líder costarricense, con el Dr. Juan José Arévalo, Presidente de Guatemala, quien ante los comentarios de Don Pepe, le dijo: “¿No será, que usted, lo que desea es costarricanizarnos, en vez de centro americanizarse?” según el Coronel Hondureño, Paco Morazán, allí presente.
Interesante observación de ese ilustrado demócrata, quien en su agudeza, posiblemente desnuda el com -
plejo de superioridad de nuestros admirados "ticos", ya que en verdad son admirables sus esfuerzos y luchas en pro de sus dos grandes pilares, la educación y su Estado de Derecho (Democracia).
Esas conquistas y la constante labor promocional de su imagen, los ha llevado a considerarse la "Suiza" de Centroamérica, que no les calza totalmente, ya que el problema, es el lapsus en reconocer su propia historia, pues es un país formado por inmigrantes, como ningún otro en el Istmo.
Siendo una nación de inmigrantes, el complejo de culpa de no tener en su meseta central, una base indígena, sumada a su falta de acercamiento a su región Caribeña –falla que también comete Nicaragua-, les hace reaccionar en contra de la inmigración de sus vecinos, que son garantía de crecimiento, no sólo de su industria turística, la cual demanda servicio y más servicio, sino de la producción agrícola y pecuaria, donde Costa Rica debe reconocer la cooperación del inmigrante, especialmente el nicaragüense.
Esto lo conocen los inmigrantes y como tal, están conscientes que el cumplimiento de las leyes, es para ellos, garantía y protección.
Es difícil condensar en pocas líneas un tema que tiene muchas facetas, pero al ser Costa Rica un país de inmigrantes, explica en parte, aunque parezca contradictorio, el comportamiento de sus burócratas con respecto de sus vecinos.
Las coincidencias simples no existen, lo que se da son similitudes que explican el comportamiento. EE.UU., país de inmigrantes, ha olvidado también el aporte de los inmigrantes y sus descendientes en la construcción del "Sueño Americano", consagrado en la divisa que figura en su escudo "E PLURIBUS UNUM", es decir, DE MUCHOS, UNO.
a la Meseta Central en tres horas. Es un Rio Nicaragüense que bendice a dos hermanas Repúblicas, entonces ¿por qué dañarlo con una mal diseñada carretera en sus orillas? Costa Rica debería estar apoyando su dragado, buscando como se mejore su navegación y salida al Caribe, ya que de allí depende comercio, turismo y vida para los dos países hermanos.
Sugerimos habilitar nuevos cruces fronterizos y aceptar las Cedulas de Identidad, aceptada en la Unión Centroamericana, con cuyos datos pueden, a través de un ordenador, controlar el cruce, lo cual ahorraría tiempo y dinero. O sea, eliminar esa ridícula y costosa VISA.
Hasta el próximo ARCHIVO, el 14 de abril del 2013. Gracias por leernos y reenviarlo a sus amistades.
Esas conquistas y la constante labor promocional de su imagen, los ha llevado a considerarse la "Suiza" de Centroamérica, que no les calza totalmente, ya que el problema, es el lapsus en reconocer su propia historia, pues es un país formado por inmigrantes, como ningún otro en el Istmo.
Siendo una nación de inmigrantes, el complejo de culpa de no tener en su meseta central, una base indígena, sumada a su falta de acercamiento a su región Caribeña –falla que también comete Nicaragua-, les hace reaccionar en contra de la inmigración de sus vecinos, que son garantía de crecimiento, no sólo de su industria turística, la cual demanda servicio y más servicio, sino de la producción agrícola y pecuaria, donde Costa Rica debe reconocer la cooperación del inmigrante, especialmente el nicaragüense.
Una política migratoria de puertas abiertas, le produciría más réditos al fisco, así como a la empresa privada, en especial a las pequeñas y medianas empresas, que todos esos cobros consulares y fronterizos juntos, que de todas formas, pueden no llegar en su totalidad a la Tesorería del Estado, como sucedió en el caso de su misión en Managua, donde uno de los responsables fue retirado por malversación de fondos.
La inmigración abierta se basa en la Identidad del inmigrante, lo que le hace valer sus derechos ciudadanos y evitar con ello, abusos, especialmente en un Estado donde se respetan los derechos ciudadanos, lo cual significa control, ya que con ello identifica a los nuevos contribuyentes, para así poder planificar los servicios sociales que demanda el aumento de residentes productivos.
Costa Rica sabe que la mejor defensa y garantía de su progreso, está en sus leyes, reglamentos y sistema democrático, que han logrado proteger, aplicando la Justicia a quienes han cometido abusos, sin importar condición social o política, con penas en las cárceles.
La inmigración abierta se basa en la Identidad del inmigrante, lo que le hace valer sus derechos ciudadanos y evitar con ello, abusos, especialmente en un Estado donde se respetan los derechos ciudadanos, lo cual significa control, ya que con ello identifica a los nuevos contribuyentes, para así poder planificar los servicios sociales que demanda el aumento de residentes productivos.
Costa Rica sabe que la mejor defensa y garantía de su progreso, está en sus leyes, reglamentos y sistema democrático, que han logrado proteger, aplicando la Justicia a quienes han cometido abusos, sin importar condición social o política, con penas en las cárceles.
Esto lo conocen los inmigrantes y como tal, están conscientes que el cumplimiento de las leyes, es para ellos, garantía y protección.
Es difícil condensar en pocas líneas un tema que tiene muchas facetas, pero al ser Costa Rica un país de inmigrantes, explica en parte, aunque parezca contradictorio, el comportamiento de sus burócratas con respecto de sus vecinos.
Las coincidencias simples no existen, lo que se da son similitudes que explican el comportamiento. EE.UU., país de inmigrantes, ha olvidado también el aporte de los inmigrantes y sus descendientes en la construcción del "Sueño Americano", consagrado en la divisa que figura en su escudo "E PLURIBUS UNUM", es decir, DE MUCHOS, UNO.
El caso de Costa Rica es similar, pues lo que es hoy la República, era un territorio con escasísima población autóctona. Fue justamente la llegada de inmigrantes, como el Bachiller Rafael Francisco Osejo, nacido en León, Nicaragua, de padre salvadoreños, quien fue contratado a dirigir la Casa de Enseñanza de Santo Tomas, de donde paso a Diputado y Presidente del Congreso, quien al editar el primer libro publicado en San José, pasó a ser el gran impulsor de la educación superior, lo que permitió la conformación gradual de una sociedad basada en la igualdad, el respeto y los valores que hoy exhibe con orgullo el Estado costarricense, por eso, ese INMIGRANTE, además de ser proclamado legitimo ciudadano y reconocido patriota, la Asamblea Legislativa en su sesión del 30 de julio de 1823, lo declaró “BENEMÉRITO DE LA PATRIA”.
Los inmigrantes son sinónimos de conocimientos y progreso. Por eso, es condenable, que en la actualidad, los nuevos inmigrantes, que han buscado otro techo para hacer realidad sus sueños, sean víctimas del abuso policial, que avergüenza la civilidad costarricense, con redadas de fuerza en buses del transporte público para revisar documentos, que en vez de educación y cultura, siembran temor y terror en la población de bajos recursos, sobre todo en los nicaragüenses que contribuyen con su trabajo y sus impuestos.
El inmigrante enriquece con música, folclore y gastronomía, elementos importantes para el turismo. Es conocido que las bellezas naturales de Nicaragua, son también parte de su paquete turístico, por lo que es incomprensible, que los burócratas, obliguen a sus visitantes, a sufrir los suplicios fronterizos que aplican a los nicas.
¿Y por qué no mencionar el problema número uno, llamado Rio San Juan, una vía fluvial de vital importancia para los dos países? De su afluente Sarapiquí, se llega
Los inmigrantes son sinónimos de conocimientos y progreso. Por eso, es condenable, que en la actualidad, los nuevos inmigrantes, que han buscado otro techo para hacer realidad sus sueños, sean víctimas del abuso policial, que avergüenza la civilidad costarricense, con redadas de fuerza en buses del transporte público para revisar documentos, que en vez de educación y cultura, siembran temor y terror en la población de bajos recursos, sobre todo en los nicaragüenses que contribuyen con su trabajo y sus impuestos.
El inmigrante enriquece con música, folclore y gastronomía, elementos importantes para el turismo. Es conocido que las bellezas naturales de Nicaragua, son también parte de su paquete turístico, por lo que es incomprensible, que los burócratas, obliguen a sus visitantes, a sufrir los suplicios fronterizos que aplican a los nicas.
¿Y por qué no mencionar el problema número uno, llamado Rio San Juan, una vía fluvial de vital importancia para los dos países? De su afluente Sarapiquí, se llega
a la Meseta Central en tres horas. Es un Rio Nicaragüense que bendice a dos hermanas Repúblicas, entonces ¿por qué dañarlo con una mal diseñada carretera en sus orillas? Costa Rica debería estar apoyando su dragado, buscando como se mejore su navegación y salida al Caribe, ya que de allí depende comercio, turismo y vida para los dos países hermanos.
Sugerimos habilitar nuevos cruces fronterizos y aceptar las Cedulas de Identidad, aceptada en la Unión Centroamericana, con cuyos datos pueden, a través de un ordenador, controlar el cruce, lo cual ahorraría tiempo y dinero. O sea, eliminar esa ridícula y costosa VISA.
Hasta el próximo ARCHIVO, el 14 de abril del 2013. Gracias por leernos y reenviarlo a sus amistades.
Bachiller Rafael Francisco Osejo.
Nació en la ciudad de León. De padres posiblemente salvadoreños.
Hizo sus estudios en San Salvador, donde se graduó de bachiller en derecho y filosofía. Llegó a Costa Rica en 1814 contratado para dirigir la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, donde enseñó distintas materias y luego organizó un centro de estudios similar en Cartago.
Tuvo ideas republicanas muy firmes e intervino activamente en los sucesos de 1821 y 1824. Fue miembro de la Junta de Legados de los Pueblos en representación de Ujarrás, miembro y presidente de la junta de gobierno llamada Diputación de Costa Rica o Triunvirato, que gobernó pocos días porque desapareció cuando los cartagineses tomaron el cuartel de esa ciudad y proclamaron su adhesión al Imperio mexicano, lo cual, a su vez, provocó la primera guerra civil, oportunidad en que Osejo no quedó bien ni con unos ni con otros.
Diputado y Presidente del Congreso. En la propagación de la cultura tuvo indudablemente muchos méritos: editó para uso de los estudiantes un libro de aritmética, que fue el primer libro publicado en Costa Rica y más tarde editó otro de geografía.
En 1840 fue jefe político de San Salvador, pero luego se trasladó a Honduras y en 1848 fue designado por el Gobierno de Nicaragua como representante ante el Gobierno hondureño para pedirle explicaciones por el reconocimiento que otorgó a la soberanía de los mosquitos.
Al parecer poco después falleció en Nicaragua.
Fuente: Asamblea Legislativa de Costa Rica.
Nació en la ciudad de León. De padres posiblemente salvadoreños.
Hizo sus estudios en San Salvador, donde se graduó de bachiller en derecho y filosofía. Llegó a Costa Rica en 1814 contratado para dirigir la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, donde enseñó distintas materias y luego organizó un centro de estudios similar en Cartago.
Tuvo ideas republicanas muy firmes e intervino activamente en los sucesos de 1821 y 1824. Fue miembro de la Junta de Legados de los Pueblos en representación de Ujarrás, miembro y presidente de la junta de gobierno llamada Diputación de Costa Rica o Triunvirato, que gobernó pocos días porque desapareció cuando los cartagineses tomaron el cuartel de esa ciudad y proclamaron su adhesión al Imperio mexicano, lo cual, a su vez, provocó la primera guerra civil, oportunidad en que Osejo no quedó bien ni con unos ni con otros.
Diputado y Presidente del Congreso. En la propagación de la cultura tuvo indudablemente muchos méritos: editó para uso de los estudiantes un libro de aritmética, que fue el primer libro publicado en Costa Rica y más tarde editó otro de geografía.
En 1840 fue jefe político de San Salvador, pero luego se trasladó a Honduras y en 1848 fue designado por el Gobierno de Nicaragua como representante ante el Gobierno hondureño para pedirle explicaciones por el reconocimiento que otorgó a la soberanía de los mosquitos.
Al parecer poco después falleció en Nicaragua.
- Periodo Legislativo: 1831
- Periodo Presidencial: 1831 enero – abril
- Congreso: Congreso de Diputados (1825 – 1838)
Fuente: Asamblea Legislativa de Costa Rica.
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