Nicaragua ¿el más seguro de América Central? - TicoVisión
Con una jefa que viola la Constitución, no es posible tener buenos oficiales. La semilla de la ilegalidad la sembró la jefa.
13 de abril de 2013 | TicoVisión | Redacción - | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
Por Jorge J. Cuadra V.
13 de abril de 2013.- No sé cuándo van a dejar de decir ese dislate. Decir que Nicaragua es el país más seguro de Centro América, equivale a decir que Guatemala es seguro, que Honduras es segura, que El Salvador es seguro. Esa afirmación antojadiza significa desconocer el poder de los Zetas en la tierra del Quetzal, el poder de la mara salvatruche en el pueblo de los Pipiles y el poder de la mara 18 en donde reina Lempira.
“Hemos mantenido ese puesto, dice el vicepresidente de la República, gracias a la voluntad de la Policía Nacional, del Ejército Nacional, del Poder Judicial, de la Fiscalía General de la República y del pueblo nicaragüense.” El único de todos los que mencionó el general en Retiro, Omar Hallesleven, que tiene la voluntad de mantener la seguridad ciudadana, es el pueblo que sufre los embates de la delincuencia. Quien puede creer que existe voluntad de trabajo en beneficio de la seguridad ciudadana en la incompetente Fiscalía general, con el Fiscal General a la cabeza de los ciegos que no quieren ver y de los sordos que no quieren oír. El Fiscal Centeno mira delito donde le ordenan que lo mire y no lo mira donde le ordenan que no lo mire.
La Policía Nacional hace lo que hace, no porque esté eficientemente dirigida, ni porque su jefa nacional sea un dechado de honestidad ciudadana. Con una jefa que viola la Constitución, no es posible tener buenos oficiales. La semilla de la ilegalidad la sembró la jefa cuando decidió quedar -
“Hemos mantenido ese puesto, dice el vicepresidente de la República, gracias a la voluntad de la Policía Nacional, del Ejército Nacional, del Poder Judicial, de la Fiscalía General de la República y del pueblo nicaragüense.” El único de todos los que mencionó el general en Retiro, Omar Hallesleven, que tiene la voluntad de mantener la seguridad ciudadana, es el pueblo que sufre los embates de la delincuencia. Quien puede creer que existe voluntad de trabajo en beneficio de la seguridad ciudadana en la incompetente Fiscalía general, con el Fiscal General a la cabeza de los ciegos que no quieren ver y de los sordos que no quieren oír. El Fiscal Centeno mira delito donde le ordenan que lo mire y no lo mira donde le ordenan que no lo mire.
La Policía Nacional hace lo que hace, no porque esté eficientemente dirigida, ni porque su jefa nacional sea un dechado de honestidad ciudadana. Con una jefa que viola la Constitución, no es posible tener buenos oficiales. La semilla de la ilegalidad la sembró la jefa cuando decidió quedar -
se de facto en el puesto que no le correspondía por mandato constitucional. Ese ejemplo de transgresión a la ley mayor de la República, es el peor elemento de corrupción dentro del cuerpo policíaco.
La indiferencia a las violaciones de la Constitución por parte del Ejército Nacional, se debe al contubernio que tiene con el Poder Ejecutivo. Hay un trato de prebendas con los altos mandos del Ejército Nacional. El retiro del General Javier Carrión M, es el último que se ajustó a las normas oficiales del Ejercito Nacional. Después a los Generales que se retiran los están esperando altos puestos administrativos dentro de la estructura del Alba, más particularmente, de Albanisa. Pregunte usted en donde están los altos oficiales de retiro y se dará cuenta que muchos de ellos están “trabajando” en los negocios de Albanisa. A otros, como es el caso que actualmente ocupa las páginas de los grandes diarios, les regalan terrenos valiosísimos para que lotifiquen y terminen millonarios.
La codicia la ha desatado el Presidente Ortega con su política de regalías a los altos jefes de la Policía y el Ejército para ganarse el apoyo que necesita para realizar sus actos ilegales e inconstitucionales.
Con autoridades de ese calibre, más un poder judicial vendido al poder ejecutivo, no se puede lograr autoridades competentes y probas. Si Nicaragua es el país menos inseguro de Centro América, no se debe ni a su policía, ni a su ejército, ni a su fiscalía, ni a su poder judicial, sino al pueblo nicaragüense que por naturaleza es más llevadero que los del resto de la región.
La policía no acude en auxilio de un ciudadano porque no tienen gasolina para sus patrullas. Las acciones del Ejército Nacional son clandestinas y pareciera que solo lucha contra bandas de forajidos, usando el mismo método de la GN cuando los alzados eran roba ganado y nunca fuerzas beligerantes luchando contra una dictadura.
El señor Fiscal de la República bien podría no existir y aquí no pasa nada, puesto que ellos no persiguen a nadie, solo al que le señala el poder de El Carmen.
¿Y la Corte Suprema de Justicia? Ocupada en declarar inconstitucional la Constitución de la República, porque no le permite a Daniel Ortega reelegirse legalmente.
¿Será posible que seamos un país seguro? Solo en la mente de los corruptos, que son los que están en el poder.
La indiferencia a las violaciones de la Constitución por parte del Ejército Nacional, se debe al contubernio que tiene con el Poder Ejecutivo. Hay un trato de prebendas con los altos mandos del Ejército Nacional. El retiro del General Javier Carrión M, es el último que se ajustó a las normas oficiales del Ejercito Nacional. Después a los Generales que se retiran los están esperando altos puestos administrativos dentro de la estructura del Alba, más particularmente, de Albanisa. Pregunte usted en donde están los altos oficiales de retiro y se dará cuenta que muchos de ellos están “trabajando” en los negocios de Albanisa. A otros, como es el caso que actualmente ocupa las páginas de los grandes diarios, les regalan terrenos valiosísimos para que lotifiquen y terminen millonarios.
La codicia la ha desatado el Presidente Ortega con su política de regalías a los altos jefes de la Policía y el Ejército para ganarse el apoyo que necesita para realizar sus actos ilegales e inconstitucionales.
Con autoridades de ese calibre, más un poder judicial vendido al poder ejecutivo, no se puede lograr autoridades competentes y probas. Si Nicaragua es el país menos inseguro de Centro América, no se debe ni a su policía, ni a su ejército, ni a su fiscalía, ni a su poder judicial, sino al pueblo nicaragüense que por naturaleza es más llevadero que los del resto de la región.
La policía no acude en auxilio de un ciudadano porque no tienen gasolina para sus patrullas. Las acciones del Ejército Nacional son clandestinas y pareciera que solo lucha contra bandas de forajidos, usando el mismo método de la GN cuando los alzados eran roba ganado y nunca fuerzas beligerantes luchando contra una dictadura.
El señor Fiscal de la República bien podría no existir y aquí no pasa nada, puesto que ellos no persiguen a nadie, solo al que le señala el poder de El Carmen.
¿Y la Corte Suprema de Justicia? Ocupada en declarar inconstitucional la Constitución de la República, porque no le permite a Daniel Ortega reelegirse legalmente.
¿Será posible que seamos un país seguro? Solo en la mente de los corruptos, que son los que están en el poder.
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