TicoVisión Costa Rica

Quien demanda respeto, primero debe darlo

Por Johnny Schmidt C.

¿Por qué cuando hablamos de política exterior de los EEUU. usamos los términos “imperialistas y expansionistas”?

27 de abril de 2013.- En 1823 aparece la “Doctrina Monroe” que decía –América para los Americanos-, entendiendo que América es Norte, Centro y Sur América, y americanos son los nativos de EEUU.

En 1845, aparece en la revista “Democratic Review” de Nueva York, un artículo del periodista John L. O´Sullivan que entre otras cosas decía:

“El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”.

La doctrina del “Destino manifiesto” es una idea que expresa la creencia en que Estados Unidos de América es una nación destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Esta idea es también usada por los partidarios, para justificar, otras adquisiciones territoriales y pasó a convertirse con el tiempo en un cliché, teniendo una connotación ideológica y posteriormente, doctrinaria.

Uno de los ejemplos más claros de la influencia del concepto del “Destino Manifiesto” se puede apreciar en la declaración del presidente Theodore Roosevelt en su mensaje anual de 1904:

“Si una nación demuestra que sabe actuar con una eficacia razonable y con el sentido de las conveniencias en materia social y política,si mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene por qué temer una intervención de los Estados Unidos. La injusticia crónica o la importancia que resultan de un relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada pueden exigir que, en consecuencia, en América o fuera de ella, la intervención de una nación civilizada y, en el hemisferio occidental, la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe (basada en la frase «América para los americanos») puede obligar a los Estados Unidos, aunque en contra de sus deseos, en casos flagrantes de injusticia o de impotencia, a ejercer un poder de policía internacional.”

La “doctrina Monroe” y la “doctrina del destino manifiesto” es lo que ha caracterizado las políticas externas de los EEUU con América Latina, donde para ellos somos su “patio trasero”.

Específicamente con nuestro país, las relaciones se remontan al 10 de Julio de 1851, cuando nuestro gobernante Juan Rafael Mora Porras, envía al Sr. Felipe Molina para que firme con Washington un Tratado de “amistad perpetua”, que curiosamente inicia así : “En el nombre de la Santísima Trinidad…”

Meses después de la firma de dicho tratado, visitan Costa Rica un grupo de diplomáticos estadounidenses y para los actos protocolarios debían entonarse los himnos de ambos países, sin embargo nuestro país no lo tenía, así que en tiempo record se le encomienda esa misión al Sr. Manuel María Gutiérrez.

Pero, ¿qué valor le dio el gobierno de los EEUU a ese tratado de amistad perpetua?
Yo diría que ninguno, puesto que en 1856 enviaron a William Walker para que se apoderara de nuestra tierra y nos convirtiera en esclavos, sin imaginarse nunca que sería en éstas tierras centroamericanas que sufrirían su primera derrota a manos de costarricenses.

Y es que el respeto que los norteamericanos pueden sentir por nuestra Costa Rica, quedó más que demostrado recientemente cuando para un partido eliminatorio para el mundial en Brasil, nos humillaron obligando a nuestra selección a jugar ese partido en el Dicks Sporting Goods Park de Denver, en condiciones infrahumanas que todos recordaremos por muchísimo tiempo.