Don Johnny Araya Monge ahora me pide usted: ''Contráteme'' - TicoVisión
Me pide usted que lo contrate, que difícil contratar a un hombre que quiso destruir el cementerio de los pobres por sus ansias de figurar, prefirió usted profanar las tumbas de los pobres, si de esos que únicamente...
Don Johnny Araya Monge
ahora me pide usted: ''Contráteme''
San José, 1 de noviembre de 2013.- Una nueva manera de pedir el voto, pudo ser más directo y decir vote por mí, o deme su voto, pero nuestro ex – alcalde y ahora candidato presidencial nos pide que lo contratemos, si como un maestro de obras. Y bueno la petición es directa, claro el debió pedir que lo contraten para lo que usted estudió y se formó en la Universidad de Costa Rica como ingeniero agrónomo. Pero bueno, por falta de ejercicio profesional de seguro olvido los fundamentos de la agronomía.
Don Johnny, mire ahora que usted anda tras la cacería de votos, con las ya famosas “caravanas para la salud”, y rodeado de un equipo de expertos en marketing político, no deja de ser una ocurrencia eso de “contráteme” en un país con tasa de desempleo abierto de más de dos dígitos, y que algunos economistas serios estiman hasta de un 20 por ciento de la población económicamente activa. Ese “contráteme” me suena una burla para los miles de trabajadores desempleados. Ya tuvo usted la gran oportunidad durante 22 años de su vida laboral de ejercer el cargo de mayor autoridad en la municipalidad de San José, y como usted solía decir en sus campañas para Ejecutivo municipal y luego para alcalde “Obras son amores” claro, desecha usted su viejo marketing político porque sabe que si algo no puede mostrar usted en 22 años son obras, porque en 22 años no resolvió usted un solo problema fundamental de la vida ciudadana de nuestra ciudad capital.
Don Johnny, mire ahora que usted anda tras la cacería de votos, con las ya famosas “caravanas para la salud”, y rodeado de un equipo de expertos en marketing político, no deja de ser una ocurrencia eso de “contráteme” en un país con tasa de desempleo abierto de más de dos dígitos, y que algunos economistas serios estiman hasta de un 20 por ciento de la población económicamente activa. Ese “contráteme” me suena una burla para los miles de trabajadores desempleados. Ya tuvo usted la gran oportunidad durante 22 años de su vida laboral de ejercer el cargo de mayor autoridad en la municipalidad de San José, y como usted solía decir en sus campañas para Ejecutivo municipal y luego para alcalde “Obras son amores” claro, desecha usted su viejo marketing político porque sabe que si algo no puede mostrar usted en 22 años son obras, porque en 22 años no resolvió usted un solo problema fundamental de la vida ciudadana de nuestra ciudad capital.
Mire don Johnny, a su edad 56 años, ha de ser duro en este país buscar empleo, la verdad, no sé si alguna vez usted hizo una solicitud de empleo, porque entre los años de estudio que los concluyo a los 27 años y los 22 en los cargos políticos me quedan apenas 7 años en que no se qué actividades realizó usted.
Mire señor ex alcalde, para mi es imposible contratarlo a usted para que edifique el edificio de la Patria, no me inspira usted la imagen de un hombre para gobernar en tiempos en que se requiere mucha dedicación, pensamiento, acción y unidad del pueblo de Costa Rica. No es usted un líder, no tiene usted las dotes para visualizar los problemas fundamentales de la Nación.
Don Johnny, me parece usted un ciudadano y un candidato muy lejano del cotidiano del pueblo costarricense, lo demostró recientemente cuando los periodistas le pidieron que enumerará los precios de los artículos de la canasta básica y sus respuestas fueron sobradamente erróneas. Cómo pretende usted ayudar a los más pobres de este país, ese 21 por ciento de costarricense que no reciben el salario mínimo interprofesional, sino sabe usted ni en cuanto está el monto de ese salario. Pero aún siendo usted alcalde de la municipalidad donde en la planilla de dicha institución hay trabajadores como misceláneos (as), recolectores de basura, jardineros, porteros y toda una gama de trabajadores de remuneraciones bajas, nunca se preocupo usted por escuchar a sus subalternos para saber sus congojas y la penuria en que los tiene viviendo el salario que ellos devengan. Tenía usted en sus cercanías la forma de conocer en detalle la vida de los trabajadores pobres, pero no, usted nunca tuvo esa inquietud en indagar en el alma del empleado municipal.
Me pide usted que lo contrate, que difícil contratar a un hombre que quiso destruir el cementerio de los pobres por sus ansias de figurar, prefirió usted profanar las tumbas de los pobres, si de esos que únicamente entierran a sus deudos y colocan una simple cruz de madera con el nombre del difunto con pintura de cualquier color. No, yo no puedo contratar para presidente de mi Patria a un profanador de tumbas, hecho que le quedó muy claro a usted cuando los expertos que envió la Sala Constitucional, si los antropólogos forenses que ante su vista abrieron una tumba de un pobre en un sitio que usted afirmó que era un bosque secundario. No, usted no tiene perdón por esos actos y por tantos actos de olvido de la población pobre de la ciudad de San José.
Don Johnny Araya, pero no sólo se olvido usted de los pobres en su gestión como alcalde municipal, no, más grave aún, su gestión fue un desastre para todos los habitantes de la ciudad de San José, no tuvo usted capacidad de concretar su soñado proyecto de construir un tranvía para descongestionar el tránsito urbano, y le pregunto ¿Cuánto dinero se gasto en las consultorías a la empresa francesa que se contrato para ese proyecto que no termino en nada?
No, don Johnny, no puedo contratarlo porque hoy y todos los días se burla usted de los estudiantes cuando quiere proponerles que el bachillerato será solo para aquellos que quieren hacer estudios profesionales y cerrarles la puerta a los jóvenes de buscar una superación profesional. Pero más grave aún se burla de los estudiantes de este país al suprimir el Paseo de los Estudiantes, hecho que conmemora una gesta histórica estudiantil de 1919, y que usted sin estudios previos y con falsas promesas le cambio el nombre y lo bautizó con el nombre de “Barrio Chino” hecho que es una ficción porque los patentados de esa zona y los residentes somos mayoritariamente costarricenses y los chinos “brillan por su ausencia”.
No puedo contratarlo porque su carrera política ha sido zigzagueante, ha sido usted un oportunista que cuando le ha convenido se mostró como un candidato de ultraizquierda en aquellos años de militancia política en el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP) que lo llevó junto con la coalición Pueblo Unido a ocupar su primer puesto de elección popular como regidor suplente en la municipalidad de San José. Si ese puesto que le permitió saltar a usted y su oportunismo a los cargos más altos traicionando su ideario político y abrazando entonces la causa del partido Liberación Nacional.
Mire don Johnny ¡no lo contrataré!, porque sé que un tiempo como desempleado le vendrá muy bien a usted y quizás así se sensibilice y tome la vida de los costarricenses en serio. Y no lo contrato porque no es un usted un maestro de obras, muy lejos está de eso, usted es un político frío y distante para asumir los retos que mi Patria necesita. En esta etapa de la vida de mi Patria, yo la quiero fuerte y la quiero sana, que pueda caminar firme sin tambalearse. Mi veredicto es que usted queda cesante, no lo contrato porque hoy la Patria pide ciudadanos ejemplares. Me parece que su currículo es insuficiente para contratarlo como arquitecto de mi querida Patria. Queda usted despedido.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
Mire señor ex alcalde, para mi es imposible contratarlo a usted para que edifique el edificio de la Patria, no me inspira usted la imagen de un hombre para gobernar en tiempos en que se requiere mucha dedicación, pensamiento, acción y unidad del pueblo de Costa Rica. No es usted un líder, no tiene usted las dotes para visualizar los problemas fundamentales de la Nación.
Don Johnny, me parece usted un ciudadano y un candidato muy lejano del cotidiano del pueblo costarricense, lo demostró recientemente cuando los periodistas le pidieron que enumerará los precios de los artículos de la canasta básica y sus respuestas fueron sobradamente erróneas. Cómo pretende usted ayudar a los más pobres de este país, ese 21 por ciento de costarricense que no reciben el salario mínimo interprofesional, sino sabe usted ni en cuanto está el monto de ese salario. Pero aún siendo usted alcalde de la municipalidad donde en la planilla de dicha institución hay trabajadores como misceláneos (as), recolectores de basura, jardineros, porteros y toda una gama de trabajadores de remuneraciones bajas, nunca se preocupo usted por escuchar a sus subalternos para saber sus congojas y la penuria en que los tiene viviendo el salario que ellos devengan. Tenía usted en sus cercanías la forma de conocer en detalle la vida de los trabajadores pobres, pero no, usted nunca tuvo esa inquietud en indagar en el alma del empleado municipal.
Me pide usted que lo contrate, que difícil contratar a un hombre que quiso destruir el cementerio de los pobres por sus ansias de figurar, prefirió usted profanar las tumbas de los pobres, si de esos que únicamente entierran a sus deudos y colocan una simple cruz de madera con el nombre del difunto con pintura de cualquier color. No, yo no puedo contratar para presidente de mi Patria a un profanador de tumbas, hecho que le quedó muy claro a usted cuando los expertos que envió la Sala Constitucional, si los antropólogos forenses que ante su vista abrieron una tumba de un pobre en un sitio que usted afirmó que era un bosque secundario. No, usted no tiene perdón por esos actos y por tantos actos de olvido de la población pobre de la ciudad de San José.
Don Johnny Araya, pero no sólo se olvido usted de los pobres en su gestión como alcalde municipal, no, más grave aún, su gestión fue un desastre para todos los habitantes de la ciudad de San José, no tuvo usted capacidad de concretar su soñado proyecto de construir un tranvía para descongestionar el tránsito urbano, y le pregunto ¿Cuánto dinero se gasto en las consultorías a la empresa francesa que se contrato para ese proyecto que no termino en nada?
No, don Johnny, no puedo contratarlo porque hoy y todos los días se burla usted de los estudiantes cuando quiere proponerles que el bachillerato será solo para aquellos que quieren hacer estudios profesionales y cerrarles la puerta a los jóvenes de buscar una superación profesional. Pero más grave aún se burla de los estudiantes de este país al suprimir el Paseo de los Estudiantes, hecho que conmemora una gesta histórica estudiantil de 1919, y que usted sin estudios previos y con falsas promesas le cambio el nombre y lo bautizó con el nombre de “Barrio Chino” hecho que es una ficción porque los patentados de esa zona y los residentes somos mayoritariamente costarricenses y los chinos “brillan por su ausencia”.
No puedo contratarlo porque su carrera política ha sido zigzagueante, ha sido usted un oportunista que cuando le ha convenido se mostró como un candidato de ultraizquierda en aquellos años de militancia política en el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP) que lo llevó junto con la coalición Pueblo Unido a ocupar su primer puesto de elección popular como regidor suplente en la municipalidad de San José. Si ese puesto que le permitió saltar a usted y su oportunismo a los cargos más altos traicionando su ideario político y abrazando entonces la causa del partido Liberación Nacional.
Mire don Johnny ¡no lo contrataré!, porque sé que un tiempo como desempleado le vendrá muy bien a usted y quizás así se sensibilice y tome la vida de los costarricenses en serio. Y no lo contrato porque no es un usted un maestro de obras, muy lejos está de eso, usted es un político frío y distante para asumir los retos que mi Patria necesita. En esta etapa de la vida de mi Patria, yo la quiero fuerte y la quiero sana, que pueda caminar firme sin tambalearse. Mi veredicto es que usted queda cesante, no lo contrato porque hoy la Patria pide ciudadanos ejemplares. Me parece que su currículo es insuficiente para contratarlo como arquitecto de mi querida Patria. Queda usted despedido.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
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