Todos temen a uno y uno a todos - TicoVisión
El dictador Daniel Ortega ha sometido su propuesta de reformas constitucionales. La convocación de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional hace creer que todo es un acto normal, real, válido. La subsecuente creación de...
Por Max Lacayo L. *
11 de noviembre de 2013.- El dictador Daniel Ortega ha sometido su propuesta de reformas constitucionales. La convocación de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional hace creer que todo es un acto normal, real, válido. La subsecuente creación de una comisión especial constitucional constituye el acto central del engaño, en cuyo escenario nos perderemos sin ni siquiera pretender buscar oscuros secretos ni razonamientos dolosos. Ahí se esfumarán nuestros derechos, ante nuestro silencio y la complicidad de todos. Esta comisión emitirá el dictamen aprobando las reformas presentadas, a las que algunos aplaudirán con la conciencia anestesiada.
Ortega pretende eliminar la orientación que ejerce lo constitucional sobre lo administrativo. Quiere que desaparezcan esas pequeñas disposiciones que tienden a limitar las acciones de la administración. Su propósito es que la Constitución y las leyes dejen de ser las normas básicas que forjen el carácter de la Administración Pública y la organización del Estado. Una actitud de “el Estado soy yo” y una apreciación de que la Asamblea es irrelevante.
Sin el respeto a la Constitución no puede existir orden en el Estado, ya que la primera deja de ser la norma suprema. Toda la estructuración de la Administración Pública pierde sentido, puesto que el actuar del Estado dependería, no de las estipulaciones del orden constitucional, sino de los caprichos de un dictador. Es así como lo quiere el autócrata nicaragüense.
Ortega pretende eliminar la orientación que ejerce lo constitucional sobre lo administrativo. Quiere que desaparezcan esas pequeñas disposiciones que tienden a limitar las acciones de la administración. Su propósito es que la Constitución y las leyes dejen de ser las normas básicas que forjen el carácter de la Administración Pública y la organización del Estado. Una actitud de “el Estado soy yo” y una apreciación de que la Asamblea es irrelevante.
Sin el respeto a la Constitución no puede existir orden en el Estado, ya que la primera deja de ser la norma suprema. Toda la estructuración de la Administración Pública pierde sentido, puesto que el actuar del Estado dependería, no de las estipulaciones del orden constitucional, sino de los caprichos de un dictador. Es así como lo quiere el autócrata nicaragüense.
La intención de Ortega atiende a un proceso de usurpación total de los derechos, con apariencia de legalidad y a la sombra del terror. Precisamente, las turbas están asumiendo el poder. En los años ochenta los Comités de Defensa Sandinista (CDS) y, desde 2007, los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) han sido pretextos para crear grupos paramilitares al servicio de la represión del Estado. Hoy día se incluyen, oficialmente, en el paquete de reformas constitucionales con el nombre de Gabinetes de Familia.
A gran velocidad nos vamos acercando a una Nicaragua que será gobernada a nivel municipal y nacional por un solo partido, el Frente Sandinista y por un solo individuo, Daniel Ortega Saavedra, con el expreso propósito de destruir de una vez por todas nuestro frágil sistema democrático.
Gran parte de la responsabilidad de este debacle la cargan los miembros de una endeble y corrupta oposición, la vulgar renuncia de magistrados y diputados a sus responsabilidades democráticas, la complicidad de los empresarios políticos y el conformismo general ante la imposición del terror estatal.
Esta desproporcionada concentración de autoridad estatal empuja a Ortega a revertir el poco adelanto institucional logrado por el Ejército desde 1990. Ortega ambiciona nuevamente crear un Ejército revolucionario, una fuerza político-militar comandada exclusivamente por él. Este pretende mantener la lealtad del Ejército en los momentos cruciales que inevitablemente llegarán, con la inclusión de militares en servicio activo al gabinete o cualquier otro puesto público, tal como lo propone en su plan de reformas constitucionales.
Todo lo anterior evidencia las aspiraciones de Ortega a gobernar de manera indefinida. Este, explícitamente, propone cambios a la Constitución que pavimentan ese camino y lo quiere de manera fácil, pues pretende que “el presidente de la República pueda ser electo con la mayoría relativa de los votos”.
No deberíamos ignorar las palabras de Alberto Moravia, pues las acciones de Daniel son el reflejo de sus propios miedos. Según el escritor: “Una dictadura es un estado en el que todos temen a uno y uno a todos”.
Seguramente pronto volveremos a verlo así.
* Max Lacayo Lacayo, es economista, escritor, poeta y crítico literario. Egresado de University of New Orleans.
A gran velocidad nos vamos acercando a una Nicaragua que será gobernada a nivel municipal y nacional por un solo partido, el Frente Sandinista y por un solo individuo, Daniel Ortega Saavedra, con el expreso propósito de destruir de una vez por todas nuestro frágil sistema democrático.
Gran parte de la responsabilidad de este debacle la cargan los miembros de una endeble y corrupta oposición, la vulgar renuncia de magistrados y diputados a sus responsabilidades democráticas, la complicidad de los empresarios políticos y el conformismo general ante la imposición del terror estatal.
Esta desproporcionada concentración de autoridad estatal empuja a Ortega a revertir el poco adelanto institucional logrado por el Ejército desde 1990. Ortega ambiciona nuevamente crear un Ejército revolucionario, una fuerza político-militar comandada exclusivamente por él. Este pretende mantener la lealtad del Ejército en los momentos cruciales que inevitablemente llegarán, con la inclusión de militares en servicio activo al gabinete o cualquier otro puesto público, tal como lo propone en su plan de reformas constitucionales.
Todo lo anterior evidencia las aspiraciones de Ortega a gobernar de manera indefinida. Este, explícitamente, propone cambios a la Constitución que pavimentan ese camino y lo quiere de manera fácil, pues pretende que “el presidente de la República pueda ser electo con la mayoría relativa de los votos”.
No deberíamos ignorar las palabras de Alberto Moravia, pues las acciones de Daniel son el reflejo de sus propios miedos. Según el escritor: “Una dictadura es un estado en el que todos temen a uno y uno a todos”.
Seguramente pronto volveremos a verlo así.
* Max Lacayo Lacayo, es economista, escritor, poeta y crítico literario. Egresado de University of New Orleans.
Comentarios de este artículo:
Las Reformas Constitucionales16 de noviembre de 2013 a la(s) 8:20
La situacion de conflicto social, es potenciado por las Reformas Constitucionales, que atentan contra la democracia en Nicaragua y fortalecen la dictadura y ante todo un modelo fascista que se ha venido implementando con las violaciones Constitucionales a lo largo de casi 7 años que han carcomido el Estado de Derecho, dejando solo cadaveres Institucionles, que solo garantizan la implementacion y consolidacion de un modelo politico, mas que la consolidacion de un modelo economicamente sostenible y que de como resultado una mejoria en los niveles d e vida de l@s Nicaraguenses. Estamos a las puertas de mayores contradicciones, mi Posicion es: NO A LAS REFORMAS que proponen Invasion de Domicilio Institucionalizado, de nuestras comunicaciones, Justicia con aplicacion amañada por organos partidarios, Poder desmedido y sin control para policia y ejercito, disminucion de nuestras libertades publicas,confiscacion , poder onmi_imperial de un solo hombre , el mas CORRUPTO DE TOD@S, como un supremo mandatario en todo por medio de una democracia Directa cacareada que no es mas que imposicion de voluntad. El poder entre mas centralizado, mas inhumano, despota e incuestionable se y por tamnto mas autoritario, pue el delegatario de semejante atrocidad comete crimenes como los de navidad roja, los campos de concentracion fascista, los campos de concentracion de los vocheviques y seguidores en el bloque del este. esos son tiempos superados por la historia, porque reeditarlos en un pais desangrado por guerras, corrupcion pobreza. Esas son razones sociologicas y es necesario salir del circulo mafioso Zelaya, Somoza y Ortega.
1°: Modernamente, todos los modelos politicos que apuntan al desarrollo humano, a la participacion, la libertad y plenas o mas o menos plena realizacion humana apuntan a lo mas esencial para desarrollar DEMOCRACIAS PARTICIPATIVAS, VERSUS UNA BUENA CAPACIDAD DE DIALOGAR DE LOS PODERES, es decir al ejercicio de la ciudadania, entendiodo compo la capacidad de respuesta de las instituciones ante las diversas formas de organizacion social, politica y economica, sin excluir las organizaciones gremiales y religiosas, etnicas, de preferencia sexual, o bien x o Y alternativa de organizacion y realizacion, conforme a las libertades personales y/o colectivas en cualquier formacion economica como la identificamos los sociologos, modelo economico; como la conocen los economistas o modelo politico en Derecho se define. En todos las acepciones y/o casos hablamos de nacion, pais o de PATRIA, UNA PATRIA QUE NO ES DE UN SOLO HOMBRE, ES NUESTRA PATRIA Y POR TANTO NO PODEMOS, NO DEMOS ENTREGARLE A NADIE NUESTRA SOBERANIA, NUESTRO PODER DE DECISION, NUESTRA LIBERTAD. Ningun hombre o mujer cede la direccion de su familia, a un vecino, o a un extraño, menos si este deberia estar en la carcel. Ceder lo nuestro, el DERECHO A DECIDIR, PARTICIPAR Y REVOCAR DECISIONES, ES DEJAR que nos arrebaten la libertad y el PODER DEL PUELO y se llama COBARDIA y sujetarse es SER ESCLAVO o servil. SI SOMOS PATRIOTAS no debemos ser NI ESCLAVOS NI SERVILES, HAY QUE LUCHAR.!! es esclava. 2° Como consecuencia de lo expuesto EL PODER DEBE SER REDISTRIBUIDO o Redistributivo, como parte del capital social de los pueblos, ya Antonio Gramschi, desde la carcel en sus cuadernos nos abundo en analisis teorico sobre el poder compartido, la multiplicidad de los poderes para alcanzar una mejor toma de decisiones, y para conformar sociedades demiocraticas.
Joan Estrada, Sociologa y abogada, especialista de Genero
Managua, Nicaragua
Los Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.