El pueblo costarricense está optimista al saber que el PLN no es ya una opción - TicoVisión
No don Johnny, el pueblo sigue tan optimista como lo ha sido siempre, está optimista porque tiene 12 opciones donde elegir, además de la opción que representa el señor ex alcalde de san José. El pueblo no es que vea los...
El pueblo costarricense es optimista hoy más que nunca porque sabe que el partido Liberación Nacional no es ya una opción de continuidad gubernamental
Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *
4 de diciembre de 2013.- Si hay valores en el carácter de la personalidad del costarricense que son permanentes es su forma de ser y por supuesto, el carácter de optimista es una de esas características. Nuestros campesinos son optimistas, por eso van a su campos a emprender el diario jornal, a enfrentar la siembra de sus productos como frijoles, arroz, café, papas, hortalizas; con optimismo pese a los TLC, y la cruenta competencia a que han estado sometidos. Pero en su día a día nuestro campesino lucha por salir adelante, es una constatación que podemos hacer día a día.
El trabajador de la ciudad, sea en fábricas o en empresas de servicios, son optimistas, creen en su trabajo y esperan que el fruto de sus horas de trabajo se refleje en el mejoramiento de sus condiciones de vida y en bienestar de su familia, pero vive atento a seguir el curso de los escuálidos aumentos salariales que no compensan las alzas en la canasta básica y en los servicios fundamentales como agua, luz, teléfono.
Los educadores de todos los niveles, desde primaria hasta la educación superior, son optimistas y siguen con entusiasmo asumiendo la educación con deseos de que sus alumnas y alumnos se superen, les preocupa el deterioro de la infraestructura educativa y la falta de acceso a la tecnología educativa, pero su batalla es cada día mejor al igual que los conocimientos de los educandos, sí, de nuestras hijas e hijos.
El trabajador de la ciudad, sea en fábricas o en empresas de servicios, son optimistas, creen en su trabajo y esperan que el fruto de sus horas de trabajo se refleje en el mejoramiento de sus condiciones de vida y en bienestar de su familia, pero vive atento a seguir el curso de los escuálidos aumentos salariales que no compensan las alzas en la canasta básica y en los servicios fundamentales como agua, luz, teléfono.
Los educadores de todos los niveles, desde primaria hasta la educación superior, son optimistas y siguen con entusiasmo asumiendo la educación con deseos de que sus alumnas y alumnos se superen, les preocupa el deterioro de la infraestructura educativa y la falta de acceso a la tecnología educativa, pero su batalla es cada día mejor al igual que los conocimientos de los educandos, sí, de nuestras hijas e hijos.
Los profesionales, médicos, y trabajadores de la salud, ingenieros, arquitectos, trabajadores de la cultura, son optimistas, son creativos y viven su día a día tratando de mejorar los servicios que prestan. Y no creo que eso haya cambiado con respecto a los últimos años, ni que una determinada administración los haya vuelto pesimistas, tristes y ensombrecidos.
Claro que nuestra identidad nacional ha evolucionado y guardando los aspectos positivos del optimismo, hoy día con un caudal de información disponible hemos cambiado porque podemos entender el rumbo de la política continental y mundial. Hoy día el acceso a la red internet ha ayudado a cambiar la información que antes únicamente venía de fuentes estrictamente controladas. Hoy gozamos de plena libertad para interactuar y de expresar nuestras opiniones sobre los temas que nos preocupan, pues si eso favorece nuestra visión de país optimista.
Justamente porque somos un país optimista creemos en el cambio y sabemos que la constitución nos garantiza que el gobierno en Costa Rica es: “Artículo 9o- (*) El Gobierno de la República es popular, representativo, participativo, alternativo y responsable. Lo ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. (*) Reformado el artículo 9 por la Ley N° 8364 de 1 de julio de 2003, publicada en La Gaceta N° 146 de 31 de julio del 2003. Ninguno de los Poderes puede delegar el ejercicio de funciones que le son propias. Un Tribunal Supremo de Elecciones, con el rango e independencia de los Poderes del Estado, tiene a su cargo en forma exclusiva e independiente la organización, dirección y vigilancia de los actos relativos al sufragio, así como las demás funciones que le atribuyen esta Constitución y las leyes. (*) Adicionado el último párrafo del artículo 9 por la Ley N° 5704 de 5 de junio de 1975, publicada en el tomo IV de la Colección de Leyes y Decretos de 1975”.
Hoy día sabemos y estamos informados de muchos detalles de las hojas de vida de los 13 aspirantes a la silla presidencial, conocemos detalles íntimos de sus vidas, tenemos acceso a videos, a declaraciones, a expedientes judiciales, a valoraciones de sus gestiones como funcionarios.
Por eso don Johnny Araya se equivoca cuando dice que nota una campaña marcada entre el optimismo y el pesimismo. Y esa será la visión de él y su equipo de trabajo, porque hoy día yo siento al pueblo en general mucho más informado y esa información en muchos casos los inhibe para manifestarse públicamente interesados en la política.
No don Johnny, el pueblo sigue tan optimista como lo ha sido siempre, está optimista porque tiene 12 opciones donde elegir, además de la opción que representa el señor ex alcalde de san José. El pueblo no es que vea los asuntos de la política como pesimistas y que por eso se inclinan por otra opción que no es la suya, el PLN. El pueblo está preocupado porque usted se ha negado sistemáticamente a las comparecencias públicas, porque usted no ha irrespetado las normas del tribunal Supremo de Elecciones, porque usted quiere imponer su ley y su estilo de seguir abusando y usurpando poderes que nadie le ha conferido.
Si estamos preocupados porque en los últimos 8 años de gobiernos del PLN, partido que usted representa, han aumentado los delitos de cuello blanco y los autores de esos delitos como la construcción de la trocha, la subcontratación de la empresa O.A.S, la pérdida de una isla parte de nuestro territorio y la consiguiente violación de nuestra soberanía nacional. Si estamos preocupados porque nada nos garantiza que usted y su partido quieren terminar con esa larga lista de graves delitos que día a día crecen y que van en deterioro del bienestar del pueblo costarricense, esa es la preocupación popular. Pero una cosa es estar preocupado y otra ser pesimista. Para tranquilidad de los electores usted ya no figura entre los candidatos que atrae al electorado y ese claro que hace feliz al pueblo.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
Claro que nuestra identidad nacional ha evolucionado y guardando los aspectos positivos del optimismo, hoy día con un caudal de información disponible hemos cambiado porque podemos entender el rumbo de la política continental y mundial. Hoy día el acceso a la red internet ha ayudado a cambiar la información que antes únicamente venía de fuentes estrictamente controladas. Hoy gozamos de plena libertad para interactuar y de expresar nuestras opiniones sobre los temas que nos preocupan, pues si eso favorece nuestra visión de país optimista.
Justamente porque somos un país optimista creemos en el cambio y sabemos que la constitución nos garantiza que el gobierno en Costa Rica es: “Artículo 9o- (*) El Gobierno de la República es popular, representativo, participativo, alternativo y responsable. Lo ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. (*) Reformado el artículo 9 por la Ley N° 8364 de 1 de julio de 2003, publicada en La Gaceta N° 146 de 31 de julio del 2003. Ninguno de los Poderes puede delegar el ejercicio de funciones que le son propias. Un Tribunal Supremo de Elecciones, con el rango e independencia de los Poderes del Estado, tiene a su cargo en forma exclusiva e independiente la organización, dirección y vigilancia de los actos relativos al sufragio, así como las demás funciones que le atribuyen esta Constitución y las leyes. (*) Adicionado el último párrafo del artículo 9 por la Ley N° 5704 de 5 de junio de 1975, publicada en el tomo IV de la Colección de Leyes y Decretos de 1975”.
Hoy día sabemos y estamos informados de muchos detalles de las hojas de vida de los 13 aspirantes a la silla presidencial, conocemos detalles íntimos de sus vidas, tenemos acceso a videos, a declaraciones, a expedientes judiciales, a valoraciones de sus gestiones como funcionarios.
Por eso don Johnny Araya se equivoca cuando dice que nota una campaña marcada entre el optimismo y el pesimismo. Y esa será la visión de él y su equipo de trabajo, porque hoy día yo siento al pueblo en general mucho más informado y esa información en muchos casos los inhibe para manifestarse públicamente interesados en la política.
No don Johnny, el pueblo sigue tan optimista como lo ha sido siempre, está optimista porque tiene 12 opciones donde elegir, además de la opción que representa el señor ex alcalde de san José. El pueblo no es que vea los asuntos de la política como pesimistas y que por eso se inclinan por otra opción que no es la suya, el PLN. El pueblo está preocupado porque usted se ha negado sistemáticamente a las comparecencias públicas, porque usted no ha irrespetado las normas del tribunal Supremo de Elecciones, porque usted quiere imponer su ley y su estilo de seguir abusando y usurpando poderes que nadie le ha conferido.
Si estamos preocupados porque en los últimos 8 años de gobiernos del PLN, partido que usted representa, han aumentado los delitos de cuello blanco y los autores de esos delitos como la construcción de la trocha, la subcontratación de la empresa O.A.S, la pérdida de una isla parte de nuestro territorio y la consiguiente violación de nuestra soberanía nacional. Si estamos preocupados porque nada nos garantiza que usted y su partido quieren terminar con esa larga lista de graves delitos que día a día crecen y que van en deterioro del bienestar del pueblo costarricense, esa es la preocupación popular. Pero una cosa es estar preocupado y otra ser pesimista. Para tranquilidad de los electores usted ya no figura entre los candidatos que atrae al electorado y ese claro que hace feliz al pueblo.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
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