Doña Laura: Cursos y pruebas de inglés… ¿''sin fines de lucro''? - TicoVisión
Escrito en 19/03/14 a 10:19:24 GMT-06:00 Por Administrador
Gerardo Barboza
En suma, el costarricense tiene que aprender inglés porque sin éste no es “alguien” en una economía globalizada. Pero, debe aprenderlo mediante los métodos etnocentristas e infundados que los monopolios...

Doña Laura: Cursos y pruebas de inglés… ¿''sin fines de lucro''? - TicoVisión


19 de marzo de 2014 | TicoVisión | Redacción TicoVisión | Educación | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




Doña Laura:
Cursos y pruebas de inglés… ¿''sin fines de lucro''?



Por Gerardo Barboza, M.Ed. *
Educador

    19 de marzo de 2014.-  Tal y como lo manifestó don Juan Carlos Hidalgo en su artículo “Cómo Óscar Arias casi quiebra a Costa Rica” (La Nación, 02/11/2011), doña Laura ha sido heredera de una endeudada “mesa servida”, cuya factura está endosada a todos los costarricenses… pero, con curiosas excepciones…  

¿Cuál otra consecuencia podría haberse esperado, si el mismo señor Arias Sánchez, en su mal llamado informe de labores ante la Asamblea Legislativa del 01/05/2010 dijo: “Este Gobierno tuvo muy claro que lo perfecto es enemigo de lo posible, y por eso hemos cosechado resultados y no sólo buenas intenciones”?

Y no fue broma. ¿En una mala traducción del francés?, o un parafraseo –como de costumbre, sin citar lo que lo origina– de la célebre frase atribuida a Voltaire “Le mieux est l'ennemi du bien” (“Lo perfecto es enemigo de lo bueno”), se cambió lo “bueno”, por lo “posible”.

E imperó, a toda costa, lo “posible” –ni siquiera lo “bueno”– y obtuvimos de herencia una casi infinita lista de onerosas imperfecciones, verbigracia, lo que llaman “autopista” a Caldera, una incoherente Ley de Tránsito, y la reparación de una pletina, cuyos autonombrados “expertos” no han podido dar con el “enigma”…

Pero todos,  perdón,  más bien casi todos –algunos al parecer no– tenemos que pagar las facturas de las ocurrencias, la carencia de cientificidad sobre lo que se propone y ejecuta, por parte de los que se autoexcluyen a punta de compadrazgos políticos, discursos espu-

rios, y la mejor pose ante las cámaras para parecer ser “serios”, “intelectuales”, “conocedores”…, pero ante todo, obsecuentes con lo que dictan los organismos internacionales.

Antes de convertirse en heredera de lo “posible”, pero no “perfecto”, publiqué el artículo “Doña Laura: “Adelante”… ¿En educación?”, en los distinguidos medios de prensa Nuestro País y La Prensa Libre (23/01/2010). Su silencio al respecto, al igual que el de otros muchos funcionarios de la anterior y la presente administración –con promoción automática–, fue “posible”… a excepción de uno o dos de ellos que dieron respuestas más que infundadas, actuando casi como ¿representantes de ventas de transnacionales favorecidas con cursos y pruebas estandarizadas de inglés? defendidas sin ningún criterio académico o científico, que han impuesto al país.

Y lograron imponerlas precisamente a consecuencia del paquete o ¿paquetazo?,  “herencia” de don Oscar: los decretos de fechas 28/03 y 30/05, ambos de 2008, publicados en La Gaceta, con lo que se “lanzó” el Plan Nacional de Inglés (PNI) y, la creación de un “Ente Rector” para ese plan, juez y parte del proceso, con inexistentes credenciales en la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de lenguas distintas al castellano.

Al final del caso, decretos que sirvieron para imponer (1) una fundación Costa Rica Multilingüe, ¿propiedad de un banco internacional que interviene en la política educativa pública con la venia de obedientes y desinformados funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP)?; (2) un infundado Marco Común Europeo de Referencia (MCER) adoptado, de manera acrítica e igualmente infundada en la “academia” superior costarricense, y filtrada a los sistemas de educación primaria y secundaria públicas; (3) pruebas estandarizadas obsoletas y homologadas a la fuerza al MCER, y que son “requisito” de contratación o dizque demostración del “dominio” de una lengua, particularmente, del inglés.

Y, lo peor, los tres puntos anteriores constatados en el “Tercer Informe Estado de la Educación”, que presenta el sesgado, parcializado “estudio” “Extensión y dominio efectivo del inglés como segunda lengua en el sistema educativo costarricense: Situación actual, problemas y desafíos” (2010).

Pero, ¿cómo ese estudio no iba a ser parcializado? ¿Cómo contradecir los cursillos “what’s  your name?” que imparte el Consejo Nacional de Rectores (CONARE), para ver si acaso, los mismos “teachers” que gradúan –o los que gradúan las universidades privadas–, logran hablar inglés por medio de las metodologías dizque “innovadoras” que les aplican y, para colmo de males, “diagnosticados”, “evaluados”, dentro, nuevamente, del infundado MCER e igualmente infundadas pruebas estandarizadas de “English”…?

Negocio redondo.

A consecuencia de los decretos de Arias Sánchez, que consolidan el desacierto que desde décadas atrás se viene realizando en Costa Rica en materia de lenguas, el negocio del inglés posee un esquema muy sencillo: Monopolios transnacionales “sin fines de lucro” que fabrican pruebas obsoletas e infundadas, que logran imponerlas como requisito         –mediante decretos– en los sistemas de enseñanza pública, incluidos la primaria, secundaria y superior universitaria, extendidos a las empresas públicas o privadas, con sucursal en cada país bajo el nombre de fundación o asociación “sin fines de lucro”.

Así, por ejemplo, el acrítico Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) puedan realizar “compras directas” a vista y paciencia de la Contraloría General de República (CGR). Claro, todo ese proceso “a derecho”, defendido a capa y espada por empleados públicos que, una de dos, o realmente son ignorantes sobre lo que deciden, o muy “conocedores” de lo que hacen y, a sabiendas, permanecen callados por diversas razones… aunque los cursitos y las pruebas no funcionen.

En suma, el costarricense tiene que aprender inglés porque sin éste no es “alguien” en una economía globalizada. Pero, debe aprenderlo mediante los métodos etnocentristas e infundados que los monopolios transnacionales imponen y pagar lo que a esos monopolios se les antoje… Si no aprendió… es responsabilidad absoluta del estudiante, nunca del monopolio.

¿Sin fines de lucro?

Decía la Dra. Liz Hamp-Lyons, ex presidenta de International Language Testing Association (ILTA) y ex directora del Language Testing Research Centre de University of Melbourne y del Asian Centre for Language Assessment Research de Hong Kong Polytechnic University, en “An Interview with Liz Hamp-Lyons”, al preguntársele sobre cómo llegó a interesarse en el área de la evaluación en lenguas: “Veo muchas pruebas en el mundo, y lo mal que se hace la mayor parte de eso. También veo la fe que muchas personas ponen en las pruebas y sus resultados y las consecuencias para las personas cuando los resultados de éstas son utilizados para tomar decisiones acerca de sus vidas”.

Además de lo expresado por la Dra. Liz Hamp-Lyons, debemos en este país pagar por cursos y pruebas de inglés amparadas a un estribillo legal “sin fines de lucro”, que, al parecer, al contrario, ¿sí lucran?

Janet Lorin (25/08/11) en su artículo para Bloomberg.com, “College Board Leader Paid More Than Harvard’s” (“El líder del College Board gana más que el de Harvard”), señala que:

“El College Board, ACT y una tercera empresa sin fines de lucro -Educational Testing Service- ganan dinero al crear, diseñar y administrar pruebas de ingreso a la universidad. Todos tienen una compensación inusualmente generosa, ya sea para ejecutivos o directores, dijo Dean Zerbe, un ex asesor de impuestos de la Comisión de Finanzas del Senado, que ha examinado los pagos a los ejecutivos sin ánimo de lucro”.

“Este es el tipo de salario que se espera de un negocio con fines de lucro que está pagando impuestos”, dijo Zerbe. “El Congreso debe mirar muy de cerca a estas empresas creadoras de pruebas libres de impuestos que pagan grandes salarios y parece quiere sacar cada dólar posible fuera de los bolsillos de los estudiantes que solicitan ser admitidos a la universidad”.


(Véase además el sitio Web de “The Americans for Educational Testing Reform” (http://www.aetr.org/), o la obra “Standardized minds: The high price of America’s testing culture and what we can do to change it”, de Peter Sacks).

En cuanto a inglés se refiere, el College Board es dueño del “English Language Assessment System for Hispanics” (ELASH), que es requisito en algunas universidades privadas que se auto promocionan como “bilingües”.

Educational Testing Service es la dueña del “Test of English for International Communication”, TOEIC, que en opinión del ministro de Educación –pero economista–  Leonardo Garnier: “con la prueba TOEIC tenemos la gran ventaja que es una medida internacional...” (“MEP será más riguroso con los docentes en 2009”. La Prensa Libre, 29/12/08).

Como muestra, y de acuerdo con la “Contratación Directa 2010 CD-003937-5520022. Programas de capacitación: Prueba de inglés TOEIC a docentes”, el MEP pagó, con base en algo que llamaron “justificación” –que por poco resultó ser un “copy and paste” de la publicidad de la prueba– la suma de US$24,610.00, para 535 “asistentes al curso”. Pero, entonces, ¿era el pago para tomar una prueba o para un curso? US$24,610.00 que por ser “sin fines de lucro”… no pagaron impuestos.

A la fecha, el ministro de Educación, empleado público, no se ha referido a mi artículo –ni a ningún otro– “Ministro Garnier: ¿Cuál gran ventaja con el TOEIC?” (Prensa Libre, 15/01/09). ¿Es que la perentoriedad de los diez días hábiles establecidos por la ley para dar respuesta, en este caso –convenientemente– no aplica?  Tal vez algún abogado desee ilustrarnos.

¿Cuánto ha pagado el MEP en esa prueba y por qué es un requisito, si no existe ninguna investigación científica independiente conducida en y para Costa Rica que así lo recomiende? De paso, ¿cuánto ha pagado el INA en esa y otras pruebas (las de los monopolios en Inglaterra y Australia serán tema de otro artículo), y en los cursos de inglés “llave en mano”? ¿Qué sucede en el INA para que una transnacional (La Nación, 25/10/11) –cuyo giro de negocio no es la enseñanza del inglés– llegue en su auxilio porque sus cursos no dan la talla? En fin, el MEP y el INA, miembros del “Ente Rector” del PNI, ¿qué están haciendo al pagar con fondos públicos, cursos y pruebas de inglés infundadas que además no pagan impuestos?

Las fundaciones y asociaciones en tecnología, lenguas y otras especies… los infundados cursos en lenguas, principalmente los de inglés, pruebas estandarizadas igualmente infundadas (Nall (2003), Chapman (2003), Cunningham, (2002), Cho Jin-seo (2006), Byung-min (2007)…y una extensa lista de referencias que así lo constata), dizque “homologadas” a un infundado Marco Común Europeo de Referencia (North (2000), Fulcher (2004), Weir (2005) y otra inmensa cantidad de estudios recientes) amparadas al cliché legalizado de “sin fines de lucro”, pero al parecer ¿sí lucran?, ¿serán –en parafraseo de la “Solidaridad Tributaria”–  solidarias en ese “proyecto necesario”, tributando? ¿O es que “el mayor porcentaje del gasto público” utilizado “para proveer educación” es para seguir comprando, por ejemplo, esos cursos de inglés y pruebas “sin fines de lucro”…?

¿Por qué los costarricenses deben tributar para financiar el gasto público en Educación de algo que no funciona y, a la vez, ese algo es propiedad de un monopolio extranjero privado que no tributa? Con gusto los costarricenses pagamos el financiamiento del gasto público en Educación, pero Educación de calidad, científicamente fundada.

Si la reelección presidencial fue “posible”, ¿será igualmente posible cambiar el estribillo “sin fines de lucro” en esa “solidaridad tributaria” que se avecina, de tal manera que esos cursos y pruebas en lenguas tributen sobre las cuantiosas sumas de dinero que reciben provenientes, por ejemplo, de fondos públicos? Pero antes, ¿a cuenta de qué seguir con ese collage infundado del Plan Nacional de Inglés? Existen muchas otras formas, científicas, fundadas, prontas y menos onerosas para que la población aprenda lenguas… logre ser plurilingüe, pluricultural… no como lo han mal llamado: “multilingüe”.

Tiene Ud., doña Laura, una y reiterada vez más, la palabra. Los otros, ya demostraron no poseer ningún criterio fundado.



* Gerardo Barboza posee una maestría en Educación con énfasis en Enseñanza Internacional de Framingham State University, Framingham, Massachusetts, Estados Unidos de América. Además ha realizado cursos de posgrado en los Estados Unidos de América en Enseñanza del Inglés como Segunda Lengua, dentro de los que destacan: Investigación en Estadística, Lectura y Escritura, Teorías sobre la Adquisición de una Segunda Lengua, Alfabetización para Estudiantes de Lenguas Extranjeras, Inglés como Segunda Lengua y Cultura, Investigación en la Enseñanza del Inglés como Segunda Lengua e Inglés de los Estados Unidos de América. Su preparación académica y su experiencia en la enseñanza del inglés a profesionales de distintas áreas como son la medicina, leyes, banca, corredores del mercado de valores y las inversiones, seguros, finanzas, educación, agronomía, farmacia e ingeniería, ha desarrollado en él un interés genuino en el Inglés para Propósitos Específicos (IPE).

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