España siempre reprime más duro que Venezuela y el silencio asombra - TicoVisión
Lo que extraña, es que en este caso los costarricenses al igual que muchos de otras nacionalidades no han dicho ni una sola palabra por las redes sociales contrastando con la masificada participación...
España siempre reprime más
duro que Venezuela y el silencio asombra
Editorial
Lic. Julian Frech Ayub
22 de marzo de 2014.- En las “Marchas de la Dignidad (22 M)”, en, España, miles que incluían jóvenes, adultos y ancianos, protestaban pacíficamente sin barricadas, sin quema de llantas y enseres, sin infiltrados encapuchados, sin tirar piedras a la policía y mucho menos “disparos anónimos” o cualquiera otra acción desestabilizadora o de provocación con segundas intenciones, como en el caso de Venezuela. Civiles de todas las edades y condiciones sociales marchaban en un ambiente de fiesta y pacífico; sin embargo, la policía española, caracterizada por ser “represora y violenta”, arremetió contra los manifestantes de manera “salvaje” al confluir todas las marchas en la capital, Madrid.
La represión, según los organizadores, dio inicio desde que los autobuses que salían de las diferentes provincias y ciudades eran detenidos sin justificación, por la policía, para poder llegar a unirse a la fiesta- protesta. Aún así, calculan que llegaron unos dos millones de personas.
“Mucho antes de que terminase el plazo comprometido por Delegación de Gobierno y, mientras el coro de La Solfónica actuaba en el escenario de la Plaza de Colón, la policía ha irrumpido con una violencia inusitada para terminar con la demostración de DIGNIDAD de cientos de miles de personas llegadas de todo el estado y de los barrios y pueblos de Madrid.
Una vez más, ha quedado demostrada la desconexión entre gobierno y ciudadanía y la violación, ya habitual, de los derechos fundamentales de reunión o manifestación. Se constata también, la falta de respe -
La represión, según los organizadores, dio inicio desde que los autobuses que salían de las diferentes provincias y ciudades eran detenidos sin justificación, por la policía, para poder llegar a unirse a la fiesta- protesta. Aún así, calculan que llegaron unos dos millones de personas.
“Mucho antes de que terminase el plazo comprometido por Delegación de Gobierno y, mientras el coro de La Solfónica actuaba en el escenario de la Plaza de Colón, la policía ha irrumpido con una violencia inusitada para terminar con la demostración de DIGNIDAD de cientos de miles de personas llegadas de todo el estado y de los barrios y pueblos de Madrid.
Una vez más, ha quedado demostrada la desconexión entre gobierno y ciudadanía y la violación, ya habitual, de los derechos fundamentales de reunión o manifestación. Se constata también, la falta de respe -
to a la ciudadanía que, con los permisos pertinentes, celebraba un acto pacíficamente”, afirman sus organizadores en su sitio web: http://marchasdeladignidad.org/.
Al menos noventa heridos y unos treinta detenidos se han producido hasta el momento.
Lo que extraña, es que en este caso los costarricenses al igual que muchos de otras nacionalidades no han dicho ni una sola palabra por las redes sociales contrastando con la masificada participación que han mantenido y mantienen hasta el punto de saturación de las redes y de nuestras mentes, con el caso de Venezuela, ante la que no han dudado y sin investigación alguna, en culpar al régimen venezolano y calificarle con toda clase de epítetos.
En el caso de España, los medios de comunicación internacionales al unísono han calificado como los agresores a los participantes de la gran fiesta- protesta que se llevaba a cabo y por causas muy justas. Nuestros medios… “han guardado silencio sepulcral” y las redes sociales son el sepulcro mismo.
¿Cuál es la diferencia sería la pregunta clave? La respuesta con suma facilidad y claridad fluyó: en España los agresores (la policía) son de “derecha” y en Venezuela los agresores (“manifestantes”) también son de derecha, mientras que la policía es de izquierda.
En conclusión: si es usted de derecha, dese gusto garroteando a los de la izquierda, pues recibirá propagación gratuita por medios y redes de su heroico acto y le sobrarán los excelentes comentarios y hasta bendiciones. Pero si usted es de izquierda, tenga cuidado, no se defienda porque los garrotazos pueden ser más fuertes; mejor deje que lo garroteen sin mover ni un pelo y quizás logre que la golpiza sea más leve.
Al menos noventa heridos y unos treinta detenidos se han producido hasta el momento.
Lo que extraña, es que en este caso los costarricenses al igual que muchos de otras nacionalidades no han dicho ni una sola palabra por las redes sociales contrastando con la masificada participación que han mantenido y mantienen hasta el punto de saturación de las redes y de nuestras mentes, con el caso de Venezuela, ante la que no han dudado y sin investigación alguna, en culpar al régimen venezolano y calificarle con toda clase de epítetos.
En el caso de España, los medios de comunicación internacionales al unísono han calificado como los agresores a los participantes de la gran fiesta- protesta que se llevaba a cabo y por causas muy justas. Nuestros medios… “han guardado silencio sepulcral” y las redes sociales son el sepulcro mismo.
¿Cuál es la diferencia sería la pregunta clave? La respuesta con suma facilidad y claridad fluyó: en España los agresores (la policía) son de “derecha” y en Venezuela los agresores (“manifestantes”) también son de derecha, mientras que la policía es de izquierda.
En conclusión: si es usted de derecha, dese gusto garroteando a los de la izquierda, pues recibirá propagación gratuita por medios y redes de su heroico acto y le sobrarán los excelentes comentarios y hasta bendiciones. Pero si usted es de izquierda, tenga cuidado, no se defienda porque los garrotazos pueden ser más fuertes; mejor deje que lo garroteen sin mover ni un pelo y quizás logre que la golpiza sea más leve.
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