Pedofilia = impunidad - TicoVisión
Si este aclamado Papa protegiese a algún pederasta más, como al parecer ocurre, sería el momento justo -desde mi ignorante punto de vista- de que los creyentes empezasen a perder la poca o mucha fe que les quedase, y así mismo...
Por Ángel Frías Coca
Escritor
25 de abril de 2014.- Existe todavía la posibilidad de que algunos miren para otro lado ante la denuncia de tanta pedofilia, o que cierren los ojos basándose en el argumento de que no son todos los que lo hacen.
Sí, desde ahora somos más importantes; ya tenemos nuestro altar en el Vaticano; qué orgullo el gastar el dinero que no se tiene en mandar un montón de diplomáticos a la Santa Sede a besar el anillo del -si algo no cambia, cosa por otro lado esperada- protector.
Si este aclamado Papa protegiese a algún pederasta más, como al parecer ocurre, sería el momento justo -desde mi ignorante punto de vista- de que los creyentes empezasen a perder la poca o mucha fe que les quedase, y así mismo la credibilidad, que se empezaba a forjar, caería por los suelos. Si desea salvar su iglesia en base a ocultar la verdad, mal camino lleva, ya que él, como máximo responsable de sus llamémosles "trabajadores", no tiene más remedio que dejar que las cosas de los civiles las juzguen esos mismos civiles con sus leyes, puesto que es de suponer que si existiese ese Dios tan comprensivo con su ley Divina, él sabría qué hacer con tantos falsos predicadores.
Es tiempo de cambios dentro de esa institución, es el momento de escuchar y de ver a este Papa, llamado Francisco, cómo actúa frente a este cáncer tan extendido. “Esta iglesia está cambiando”, según frases puestas en boca de Bergoglio del que ya no se sabe ni lo que es real y dice, puesto que la gente cre-
Sí, desde ahora somos más importantes; ya tenemos nuestro altar en el Vaticano; qué orgullo el gastar el dinero que no se tiene en mandar un montón de diplomáticos a la Santa Sede a besar el anillo del -si algo no cambia, cosa por otro lado esperada- protector.
Si este aclamado Papa protegiese a algún pederasta más, como al parecer ocurre, sería el momento justo -desde mi ignorante punto de vista- de que los creyentes empezasen a perder la poca o mucha fe que les quedase, y así mismo la credibilidad, que se empezaba a forjar, caería por los suelos. Si desea salvar su iglesia en base a ocultar la verdad, mal camino lleva, ya que él, como máximo responsable de sus llamémosles "trabajadores", no tiene más remedio que dejar que las cosas de los civiles las juzguen esos mismos civiles con sus leyes, puesto que es de suponer que si existiese ese Dios tan comprensivo con su ley Divina, él sabría qué hacer con tantos falsos predicadores.
Es tiempo de cambios dentro de esa institución, es el momento de escuchar y de ver a este Papa, llamado Francisco, cómo actúa frente a este cáncer tan extendido. “Esta iglesia está cambiando”, según frases puestas en boca de Bergoglio del que ya no se sabe ni lo que es real y dice, puesto que la gente cre-
yente necesita creer y cree cualquier bulo que se cuelgue en la red.
La iglesia católica es una institución podrida donde la haya, que cuenta con mafiosos y amantes de la buena vida, y que desde su fundación no hicieron otra cosa que apoyar al poderoso importándoles, más bien nada, el sufrimiento de los pueblos.
Todo esto viene a cuento tras leer una noticia en el diario electrónico de la República Dominicana -acento.com.do, en la que cuenta cómo el que era embajador del Vaticano, un tal Josef Wesolowski, tras ser acusado por la fiscalía de Varsovia de violar y prostituir a niños, no será entregado a las autoridades polacas, argumentando que ellos mantienen la investigación sobre las acusaciones.
Pero lo triste del caso es que no solo estaba involucrado en estos actos tan denigrantes el ya ex nuncio polaco, sino que todo hace indicar que estaba acompañado de otro sacerdote. Wojciech Waldemar, compatriota del mismo que se hacía llamar Padre Alberto Gil, otro sinvergüenza acusado de lo mismo mientras servía en la parroquia de Juncalito, al norte de la República Dominicana.
Este Papa ha condenado la pedofilia, incluso ha reconocido la insuficiente actuación del Vaticano, afirmando que los responsables tendrán que responder ante Dios y los "tribunales". Pero pregunto qué pasa, cómo es que no entregan de una vez a los tribunales al nuncio y al cura acusados en la República Dominicana para que se haga justicia, si como es más que sabido y probado ¡son culpables!
A mí hay algo que me huele mal; esto empieza a sonar a algo que sucedió no hace mucho tiempo cuando mandaba un tal Ratzinger, jefe de esa misma iglesia y que inició un proceso contra un tal Marcial Maciel, acusado de pedofilia en el 2006 para luego, según palabras de sus allegados, cerrar el caso alegando una avanzada edad y quebrantada salud.
Quisiera dejar constancia de que no creo en todo este montaje, al que tienen sometida a una gran parte del mundo, pero trato de ser objetivo en mis apreciaciones y esto, para mí, es una aberración que debería ser castigada de una forma muy dura.
La iglesia católica es una institución podrida donde la haya, que cuenta con mafiosos y amantes de la buena vida, y que desde su fundación no hicieron otra cosa que apoyar al poderoso importándoles, más bien nada, el sufrimiento de los pueblos.
Todo esto viene a cuento tras leer una noticia en el diario electrónico de la República Dominicana -acento.com.do, en la que cuenta cómo el que era embajador del Vaticano, un tal Josef Wesolowski, tras ser acusado por la fiscalía de Varsovia de violar y prostituir a niños, no será entregado a las autoridades polacas, argumentando que ellos mantienen la investigación sobre las acusaciones.
Pero lo triste del caso es que no solo estaba involucrado en estos actos tan denigrantes el ya ex nuncio polaco, sino que todo hace indicar que estaba acompañado de otro sacerdote. Wojciech Waldemar, compatriota del mismo que se hacía llamar Padre Alberto Gil, otro sinvergüenza acusado de lo mismo mientras servía en la parroquia de Juncalito, al norte de la República Dominicana.
Este Papa ha condenado la pedofilia, incluso ha reconocido la insuficiente actuación del Vaticano, afirmando que los responsables tendrán que responder ante Dios y los "tribunales". Pero pregunto qué pasa, cómo es que no entregan de una vez a los tribunales al nuncio y al cura acusados en la República Dominicana para que se haga justicia, si como es más que sabido y probado ¡son culpables!
A mí hay algo que me huele mal; esto empieza a sonar a algo que sucedió no hace mucho tiempo cuando mandaba un tal Ratzinger, jefe de esa misma iglesia y que inició un proceso contra un tal Marcial Maciel, acusado de pedofilia en el 2006 para luego, según palabras de sus allegados, cerrar el caso alegando una avanzada edad y quebrantada salud.
Quisiera dejar constancia de que no creo en todo este montaje, al que tienen sometida a una gran parte del mundo, pero trato de ser objetivo en mis apreciaciones y esto, para mí, es una aberración que debería ser castigada de una forma muy dura.
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