Ecología sin metáforas - TicoVisión
Escrito en 26/04/14 a 05:32:39 GMT-06:00 Por Administrador
Ambientales
Ochocientos millones de hambrientos, 1.700 millones de personas en pobreza extrema, 954 millones de adultos analfabetos y 2.900 millones de personas sin saneamiento básico, son una prueba. Cincuenta millones de...

Ecología sin metáforas - TicoVisión


26 de abril de 2014 | TicoVisión | Redacción TicoVisión | Ambientales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




Ecología sin metáforas



Por Eduardo Sanguinetti *

    26 de abril de 2014.-  Hace un par de años, en Río de Janeiro se llevó a cabo la Cumbre de la Tierra: Eco, donde asistieron representantes oficiales de 179 países así como de organizaciones no gubernamentales. Lo tratado en dicha Cumbre se dio a conocer en todo el mundo por las grandes agencias de noticias del mundo, de las cuales surgieron los siguientes resultados:
Ochocientos millones de hambrientos, 1.700 millones de personas en pobreza extrema, 954 millones de adultos analfabetos y 2.900 millones de personas sin saneamiento básico, son una prueba. Cincuenta millones de enfermos o contagiados por el virus del sida, tre millones de muertos por tuberculosis, dos millones por malaria cada año y millones de adolescentes que acuden a la droga y se prostituyen a instancias del poder político-mafioso, son otra prueba. Quinice millones de niños menores de 5 años morirán este año por causas evitables, lo que además de una prueba adicional es un crimen, a no dudarlo estimados lectores. Esto está relacionado con la ecología y el medio ambiente para que todos tengamos el derecho a vivir en una Tierra para todos en salud mental y física, y no en una Tierra contaminada por toda la basura acumulada, la que emerge de las fábricas contaminantes y las que surgen de los negociados a favor de la droga, la prostitución y el hambre de millones de seres en este mundo.

Denunciar únicamente el vertido de desechos es no querer ir a la raíz del problema, es una

pantalla del real conflicto en el proceso industrial-contaminador. Para la Ecología Social, el análisis transita por otro andarivel, porque no es lo mismo desarrollo que calidad de vida. El círculo de la contaminación es infinitamente más amplio, donde las responsabilidades y complicidades políticas-empresariales se amalgaman. Por esta razón observo con espíritu crítico, y mantengo distancia, con los aspectos cosmetológicos de personas o grupos dentro y fuera de la Argentina, acomodados cada uno en su pequeño espacio de poder, haciendo creer que se están ocupando por un ambiente sano, cuando en realidad lo estructural no se quiere modificar. Es que el tema ambiental es un buen negocio para muchos. Así como los presos son necesarios para dar sentido a jueces, abogados, policías, servicio penitenciario. Los residuos, el reciclado, estudios de impacto, las consultoras, dejan pingües utilidades a sus actores. La ecología social no ingresa al negocio de la conservación del planeta.

La Argentina tiene 40 millones de habitantes. Una superficie de tierra donde una sola provincia albergaría a Holanda e Italia. Suelo ­en líneas generales­ no demasiado contaminado. Mucha agua y energía. Riquezas naturales renovables y no renovables para envidia del mundo. Que 15 millones estén en la línea de pobreza, que haya entre un 25 y 60% de desocupación y subocupación, que 60 niños se mueran diariamente por enfermedades producidas por la pobreza, que los viejos tengan una doble muerte: la cronológica y la social, que los jóvenes incurran en la droga y el alcohol por desesperanza y falta de amor. Que miles de mujeres mueran por abortos clandestinos y que la deserción escolar llegue al 50%. ¿No les parece que son cosas muy pesadas para dejar de lado cuando algunos se autotitulen ecológicos porque despetrolaron un ave, o plantaron un cartel denunciando que tal empresa contamina? ¿Es factible salvar las ballenas colocando solamente una calcomanía en los autos o aportando una cuota a una institución ambientalista?

En tal sentido no dudo en afirmar que hablar de ecología a secas, sin la variable social, es el lenguaje de quienes viven de su renta. Estar sano es ser feliz, señalé hace unos años ante representantes de la OMS en un congreso en la ciudad de Sydney. La salud, ha quedado bien demostrado, no se mide por la ausencia de las enfermedades. La salud es un perfecto ecosistema en el que intervienen variables bien definidas. Para mí la medición de esas variables se determina por las condiciones materiales de existencia, la relación armoniosa del sujeto para consigo mismo y su vinculación con los demás miembros de la comunidad. Y necesariamente debemos hablar del perfecto equilibrio que se da en un ecosistema. Si el pueblo disfrutara plenamente, y el placer reinara en todo lo cotidiano, no serían necesarios dioses, ni el deseo de perpetuidad, ni la contracción al trabajo alienado. No es muy difícil comprender entonces, por qué la Iglesia Católica desde sus inicios, combate y reprime al placer como instrumento de control ideológico. ¿Amar produce a veces sufrimiento? ¡Claro que sí! Pero ¿quién quisiera la existencia sin esa “neurosis” excitante y vital? Y en este devenir, es posible que en el sistema sin jerarquías ni clases sociales, que irremediablemente deberemos construir hacia el logro de una sociedad justa e igualitaria, podamos volver a la naturaleza, sin desechar la computadora o la televisión, desde una tecnología con rostro humano, para intentar reconstruir la felicidad que a lo mejor, en tiempos remotos, los humanos supimos tener.



*    Eduardo Sanguinetti. Nació en Buenos Aires, Argentina. Graduado en filosofía en la Cambridge University.  Es filósofo, poeta, artista, periodista y músico. Precursor del minimalismo en América Latina.

Comentarios de este artículo:
 
 Ecología sin metáforas
Escrito en 27/04/14 a 09:22:46 GMT-06:00 Por Olman Flores
Mientras el leviatán político-religioso siga llevando las riendas de la humanidad, lo único que podemos esperar es el abismo. Un sistema hipócrita,basado en el miedo, con doble cara, donde por un lado nos hablan de valores, y por otro promueven la ignorancia y bloquean el sentido común, mediante la inducción a costumbres y actitudes autodestructivas, nunca va a lograr el equilibrio y la igualdad de la que tanto nos hablan y alejan al mismo tiempo. Con el sistema capitalista, el ciclo autodestructivo es evidente y muy fácil de ilustrar: (capital - explotación - producción - consumismo - capital), lo que degenera en la brutal expoliación de la naturaleza, por consiguiente, el concepto de ecología queda relegado a un segundo plano. Indudablemente, el capitalismo es el caldo de cultivo de la avaricia, la vanidad y el egoísmo, anti valores en función de los intereses económicos. En lo personal, creo que estamos en la boca del león, y la única esperanza que queda es que algún país tome la batuta, y sea el adalid de una vasta, amplia y ambiciosa reforma educativa, que sirva de ejemplo e inspiración, y que acabe con la producción de seres, cuyo ámbito se circuscribe y limita, a simplemente ser personas programadas para ser productivas, obedientes, consumidoras y pasivas; sin sentido común ni crítico, y sin conciencia. Una reforma que verdaderamente forme ciudadanos con un alto grado de sensibilidad y sentido crítico, que de aquí a un par de generaciones, puedan revertir el rumbo, si es que queda algo que salvar.

 Ecología y revolución
Escrito en 29/04/14 a 12:48:02 GMT-06:00 Por Hortensia Basualdo
La verdadera ecología desemboca en un combate activo en pro de una política solcialsta que debe conseguir atacar las ráices del sistema asesino y manipulador que maneja este mundo, a la vez en el proceso de producción y en la conciencia mutilada de los habitantes de la tierra de hoy, sometidos por el capitalismo feroz. Como dice Eduardo Sanguinetti, en un libro sobre Ecología, "Los grandes monopolios se han permitido aprovechar la lucha contra la contaminación del medio ambiente, convirtiéndose en dictadores de los pasos ha seguir, es decir haciendo un negocio con las ONG y Fundaciones que son socias de las multinacionales que degradan nuestra tierra." Es urgente que los ciudadanos del mundo se movilicen.

 ECOLOGÍA SIN METÁFORAS
Escrito en 29/04/14 a 05:52:51 GMT-06:00 Por Marcelo Dellepiane
Preocupante todo lo que se dice de manera clara y directa en este artículo. Imposible vivir en un mundo con ciudades gigantes plenas de vehículos. La era de la chatarra. Somos chatarra. Desde Uruguay, donde tenemos a un presidente que ha negociado con Obama y nos trae prisioneros de Guantánamo, nos mete la minería a cielo abierto y nosotros los uruguayos nos morimos de hambre. Un farsante este Mujica. Nos vendió una izquierda de derecha. Atengámonos a las consecuencias.

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