“Atraco” de marines

Gloriana Corrales

      ¿Desde cuándo las fuerzas armadas estadounidenses se interesan por el mejoramiento de los servicios médicos y educativos de países centroamericanos?
      No me cabe la menor duda de que la autorización del atraque de un buque cargado de marines en Limón con la excusa de proyectos de ayuda humanitaria se trata nada más y nada menos que de estrategias al estilo de la batalla de Troya.
      Dada la polémica en torno al desembarque de militares en nuestro país para colaborar –según quieren hacer creer- en la lucha contra el narcotráfico, las autoridades del ejército estadounidense decidieron cambiar de táctica y optar por la vieja trampa del disfraz y del obsequio para lograr sus intereses.
      Así que nos metieron gato por liebre. La falta de malicia en el Congreso salió a relucir cuando solamente tres diputados se opusieron a tan tentadora propuesta y 45 de ellos no pudieron resistirse a votar en favor del arribo de marines a nuestro país.
      Dejemos de ser ilusos y pongamos los pies sobre la tierra, antes de que miles de integrantes de la marina estadounidense sean quienes los pongan sobre nuestro territorio. Por el momento, se autorizó el ingreso de aproximadamente 1700 oficiales en tan sólo un buque.
      Tan inocentes parecían las intenciones de la solicitud de ingreso de las tropas que hasta se incluyó en el itinerario de la visita cuatro días para que los marines vacacionen en las playas limonenses.
      Claro está que el ejército de Estados Unidos tiene mayores objetivos que luchar contra el narcotráfico, restaurar escuelas, mejorar los servicios médicos de comunidades rurales y gozar de un merecido descanso en las playas centroamericanas. Tampoco es probable que se destine presupuesto para ello.
      Las intenciones han de ser otras. ¿Acaso a ninguno de los 45 diputados que aprobaron el desembarque le pasó por la mente que Costa Rica sería un gran lugar para instalar bases militares dada su ubicación geográfica? ¿No queda Venezuela –actual enemigo de Estados Unidos- relativamente cerca de la costa limonense?
      Una última evidencia: ¿para que querrían los oficiales de la marina brindar capacitaciones acerca de familiarización con helicópteros como parte de la ayuda humanitaria que brindarán en su visita? ¿Será que planean introducir poco a poco armamento de guerra en nuestro país con excusas de caridad? Talvez lo mejor sería ir acostumbrándonos al sonido de las hélices, porque al paso que va la Asamblea Legislativa, pronto viviremos en medio de una base militar.
      Por eso el atraque de un buque con capacidad para 16 helicópteros con intenciones filantrópicas no se trata de una utopía hecha realidad. Es en realidad un caballo de Troya, una estafa, un autorizado atraco a nuestra soberanía.