Desde la Revolución de Octubre a la caída del muro de Berlín - TicoVisión
Los muros han resultado ser las barreras más fáciles de quebrantar sociedades, porque nada detiene nunca el poder de las ideas, esa es la verdadera actitud que debemos impulsar, el triunfo de las mejores ideas...
la caída del muro de Berlín
Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *
Dos grandes guerras mundiales, la de 1917 y la de 1945, la conformación de un nuevo pivote geopolítico y la decadencia del poderío europeo marcan una etapa que se empieza a dibujar en la geopolítica entre 1945 y 1995.
En 1945, el bloque soviético pese a las inmensas pérdidas humanas que implicó la Segunda Guerra Mundial, logró victorias en el campo de una expansión de sus aliados en el mundo. Mientras otras revoluciones sacudían la historia mundial: La gran Marcha de Mao Tse Tung y la llegada al poder de las comunas en China son los nuevos elementos que van a jalonar la historia y el acontecer de la política mundial.
Uno y otro evento están unidos por la impronta del cambio social. Las sociedades cambian, no son estáticas y lo que hoy fue revolucionario mañana resulta conservador. La caída de la monarquía de la Rusia Zarista fue una buena noticiosa, la liberación de los campesinos y las mejores sociales subsiguientes aportaron un caudal de ideas novedosas al mundo. Las grandes revoluciones del siglo XX, la soviética, la mexicana, la China, las revoluciones latinoamericanas.
La confrontación Este- Oeste marcó el período posterior a 1945, confrontación entre capitalismo y socialismo, la política mundial se movía en torno a esta bipolaridad y marcó en mucho los cambios a escala local de muchas sociedades que se alinearon con uno u otro bloque.
El Muro de Berlín fue un oprobioso símbolo de esa bipolaridad.
La derrota de la Alemania nazi trajo el reparto del territorio alemán en zonas de influencias del bloque ganador, de manera que los USA, Francia y Gran Bretaña se quedaron con zona oeste de Berlín, antigua capital del poderío militar de Adolf Hitler,
En 1945, el bloque soviético pese a las inmensas pérdidas humanas que implicó la Segunda Guerra Mundial, logró victorias en el campo de una expansión de sus aliados en el mundo. Mientras otras revoluciones sacudían la historia mundial: La gran Marcha de Mao Tse Tung y la llegada al poder de las comunas en China son los nuevos elementos que van a jalonar la historia y el acontecer de la política mundial.
Uno y otro evento están unidos por la impronta del cambio social. Las sociedades cambian, no son estáticas y lo que hoy fue revolucionario mañana resulta conservador. La caída de la monarquía de la Rusia Zarista fue una buena noticiosa, la liberación de los campesinos y las mejores sociales subsiguientes aportaron un caudal de ideas novedosas al mundo. Las grandes revoluciones del siglo XX, la soviética, la mexicana, la China, las revoluciones latinoamericanas.
La confrontación Este- Oeste marcó el período posterior a 1945, confrontación entre capitalismo y socialismo, la política mundial se movía en torno a esta bipolaridad y marcó en mucho los cambios a escala local de muchas sociedades que se alinearon con uno u otro bloque.
El Muro de Berlín fue un oprobioso símbolo de esa bipolaridad.
La derrota de la Alemania nazi trajo el reparto del territorio alemán en zonas de influencias del bloque ganador, de manera que los USA, Francia y Gran Bretaña se quedaron con zona oeste de Berlín, antigua capital del poderío militar de Adolf Hitler,
Foto: © Underwood & Underwood
Foto: © Peter Turnley
y la Unión Soviética se quedó con la parte Este donde se fundó la República Democrática Alemana (RDA). Al inicio la frontera fue una frontera convencional que dividió a Berlín en dos ciudades y se levantaron barricadas para separar y demarcar los límites de cada bloque.
En 1961, se concretó la construcción de una verdadera muralla, con pasos fronterizos y se impusieron leyes estrictas que impedían el paso de una zona a otra. La muralla fue la muestra tangible del poder de la URSS sobre esta zona del mundo.
Los eventos ocurridos en la URSS y la llegada de Mijaíl Gorbachov.
Una lista de eventos de gran importancia fueron marcando el deterioro de la política social y de ayuda al Tercer Mundo en la URSS, el predominio de lo militar sobre lo social, las guerras y notablemente la invasión de Afganistán fueron mostrando un mundo que ya no se diferenciaba tanto del llamado mundo capitalista. Esto trajo grupos internos en el seno del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y la llegada de grupos que adversaron esas guerras africanas, y asiáticas y replantearon una nueva política internacional y nacional.
Progresivamente el muro de Berlín se fue debilitando y su símbolo fue cada vez más una provocación para miles de familias y ciudadanos de uno y otro lado y finalmente las ideas de la extensión se fueron esparciendo hasta llegar a la cúpula en el poder de la RDA, y finalmente se dio el momento en que ciudadanos del Este y del Oeste de Berlín se pudieron encontrar de nuevo en una Alemania reunificada.
El declive de los movimientos revolucionarios lo marcan siempre las sociedades de cada momento, y así como festejamos la caída del muro del Berlín, ejemplo de liberación de uno de los tantos muros que las sociedades inventan para encerrarse en sí mismas, existen aún otros muros que deben destruirse.
Los muros han resultado ser las barreras más fáciles de quebrantar sociedades, porque nada detiene nunca el poder de las ideas, esa es la verdadera actitud que debemos impulsar, el triunfo de las mejores ideas. El camino que nos podrá llevar a alcanzar un mundo que requiere hoy más que nunca de grandes acuerdos para proteger todas las formas de vida en el tercer planeta del sistema solar.
Pero así como calló el muro de Berlín tarde o temprano caerán el muro entre Palestina e Israel, el muro entre Corea del Norte y Corea del Sur y el muro entre México y los Estados Unidos y todos aquellos pueblos donde se levantan muros invisibles que marcan la territorialidad de la especie humana.
Esos símbolos despreciables que separan a pueblos y países hermanos, no tienen razón de ser en mundo cada vez más integrado. Y la existencia de estos muros sigue marcando lo que somos las sociedades modernas donde conviven sentimientos infundados de rivalidad, cuando deberíamos apreciar cada vez una visión más integral y planetaria como la tienen las otras especies que pueblan el planeta.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
En 1961, se concretó la construcción de una verdadera muralla, con pasos fronterizos y se impusieron leyes estrictas que impedían el paso de una zona a otra. La muralla fue la muestra tangible del poder de la URSS sobre esta zona del mundo.
Los eventos ocurridos en la URSS y la llegada de Mijaíl Gorbachov.
Una lista de eventos de gran importancia fueron marcando el deterioro de la política social y de ayuda al Tercer Mundo en la URSS, el predominio de lo militar sobre lo social, las guerras y notablemente la invasión de Afganistán fueron mostrando un mundo que ya no se diferenciaba tanto del llamado mundo capitalista. Esto trajo grupos internos en el seno del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y la llegada de grupos que adversaron esas guerras africanas, y asiáticas y replantearon una nueva política internacional y nacional.
Progresivamente el muro de Berlín se fue debilitando y su símbolo fue cada vez más una provocación para miles de familias y ciudadanos de uno y otro lado y finalmente las ideas de la extensión se fueron esparciendo hasta llegar a la cúpula en el poder de la RDA, y finalmente se dio el momento en que ciudadanos del Este y del Oeste de Berlín se pudieron encontrar de nuevo en una Alemania reunificada.
El declive de los movimientos revolucionarios lo marcan siempre las sociedades de cada momento, y así como festejamos la caída del muro del Berlín, ejemplo de liberación de uno de los tantos muros que las sociedades inventan para encerrarse en sí mismas, existen aún otros muros que deben destruirse.
Los muros han resultado ser las barreras más fáciles de quebrantar sociedades, porque nada detiene nunca el poder de las ideas, esa es la verdadera actitud que debemos impulsar, el triunfo de las mejores ideas. El camino que nos podrá llevar a alcanzar un mundo que requiere hoy más que nunca de grandes acuerdos para proteger todas las formas de vida en el tercer planeta del sistema solar.
Pero así como calló el muro de Berlín tarde o temprano caerán el muro entre Palestina e Israel, el muro entre Corea del Norte y Corea del Sur y el muro entre México y los Estados Unidos y todos aquellos pueblos donde se levantan muros invisibles que marcan la territorialidad de la especie humana.
Esos símbolos despreciables que separan a pueblos y países hermanos, no tienen razón de ser en mundo cada vez más integrado. Y la existencia de estos muros sigue marcando lo que somos las sociedades modernas donde conviven sentimientos infundados de rivalidad, cuando deberíamos apreciar cada vez una visión más integral y planetaria como la tienen las otras especies que pueblan el planeta.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
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