¿Qué está pasando en Honduras? - TicoVisión
Escrito en 24/11/14 a 11:35:21 GMT-06:00 Por Administrador
Carlos Jeremías Jirón
Todo hondureño medianamente consciente está obligado a plantearse la interrogante: ¿Qué está pasando en nuestra sociedad, en nuestro país?. La criminalidad es de amplia gama. Delitos de todos los tamaños y colores se realizan...

¿Qué está pasando en Honduras? - TicoVisión


24 de noviembre de 2014 | TicoVisión | Redacción: TicoVisión | Ctegoría: CA / honduras | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




¿Qué está pasando en Honduras?

Desde Provincia



Por Carlos Jeremías Girón Rivera *
Periodista

Santa Rosa de Copán, 25 de Noviembre del 2014  Todo hondureño medianamente consciente está obligado a plantearse la interrogante: ¿Qué está pasando en nuestra sociedad, en nuestro país?.

La criminalidad es de amplia gama. Delitos de todos los tamaños y colores se realizan en este país que pareciera ya es un Estado Fallido en donde la gobernabilidad es una acción semántica de escritorio.

De escritorio en las policías, Ministerio Público, Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo, tanto en la Secretaria de Seguridad, Defensa y Casa Presidencial.

Hay una especie de adormilamiento que supera los límites con la mora judicial y la capacidad de los presidios. Males que se han venido sufriendo desde hace mucho tiempo, pese a los intentos de agilizar las acciones de los operadores de justicia, incluyendo los actos de colusión y otros matices de corrupción.

Acudir a interponer una denuncia es percibido por la mayoría de denunciantes como una pérdida de tiempo. Los denunciados, cuando mejor ocurre, son citados y se les da una fecha a favorable distancia en el calendario para su audiencia de imputado y con medidas precautorias o sustitutivas.

La denuncia originalmente es recibida y procesada por un agente de la DNIC, quien tiene la posibilidad de manipular lo ocurrido al tomar declaraciones a su manera y hasta con preguntas insulsas.
Luego presenta un informe a la Fiscalía cuando sus demás ocupaciones tales como búsqueda y arresto de sospechosos, turnos en las instalaciones, permisos y asuetos, etc. se lo permiten.

Luego el fiscal asignado debe estudiar esas denuncias e interrogatorios que van en el informe y disponer si procede o no llevarlo a los juzgados. Es el segundo individuo del estamento de operaciones iniciales que tiene la posibilidad de desestimar cualquier denuncia. Es fácil comprender entonces las posibilidades de acciones dolosas “conveniente$” que se pueden dar antes que el asunto llegue a un Juzgado.

Luego el Juez inicia otras acciones que de repente siguen siendo “tortugueriles” y obedientes a una manipulación legal que podría dejar sin castigo el denunciado. Al ocurrir esto, se le ha puesto fuego a la mecha de la justicia de mano propia para los ofendidos.

Y aquí entra en juego la impunidad que la falta de acción contundente de los operadores de justicia genera y entran en escena los vengadores. Sean estos los propios ofendidos o los sicarios contratados, estos últimos que abundan y llegan al descaro de ofrecer sus servicios por unos cuantos lempiras “para quitar” a quien se desee.

Papel aparte desempeñan en este drama los centros carcelarios. Cárceles de detención primaria, como las de las delegaciones policiales, batallones y centros de internamiento de menores.
Carencia total de instalaciones, que aparte de ofrecer la satisfacción de necesidades fundamentales como higiene y alimentación, tampoco ofrecen las medidas básicas de seguridad, tanto para que no se escape quien así se lo proponga o evitar que sea eliminado en su cautiverio.

En los presidios regionales y las penitenciarías nacionales, es el hacinamiento el que impera, allí muchas de las carencias de las cárceles primarias se satisfacen por una especie de comercio clandestino que genera dividendos para alguien anónimo. Pero ese hacinamiento, invita al estado a no meter más gente a ellos, por razones desde presupuestarias hasta de Derechos Humanos.
Son miles de procesados que andan libres a raíz de las medidas sustitutivas, medidas que no incomodan a quienes tienen en el delito su fuente de sustento y andan por allí haciendo mas maldades, más daño y terminando de convencer a la población que ya va siendo hora de pensar en las autodefensas organizadas.

Si existe el crimen organizado ¿no es lógica respuesta la autodefensa organizada, especialmente si se llega al convencimiento que la defensa o protección que nos debe dar el Estado no es certeramente operativa y resulta por lo tanto que tampoco es funcional?.
Los últimos delitos contra personas cercanas a la fama han impactado en la misma manera que conocidas las víctimas, tal el Caso de la Miss Honduras Mundo y el de la hija de un periodista de Radio Globo, que han sido asesinadas.

Me atrevería a decir que casos como el de las fiscales en San Pedro Sula o la defensora pública de Catacamas, han pasado casi desapercibidas como han pasado miles y miles de muertes de hijos de vecino sin nombre que se recuerde o fama que los vuelvan figuras públicas. Son hechos condenables que solo sirven y suman en materias estadísticas y noticiosas, para calificarnos como un país peligroso y violento.

Sé que el gobierno de Juan Orlando Hernández tiene en todo esto su mayor reto, que hacen esfuerzos por reprimir la delincuencia, pero no está demás decirle al Primer Mandatario que por estos lares provincianos se percibe la necesidad de una revisión profunda del sistema que administra las leyes y la justicia, pero desde el campo de la realidad, fuera de los escritorios y fuera de lo que pareciese que se tiene como la única área de Honduras: Tegucigalpa y San Pedro Sula y sus alrededores. Honduras somos todos y todos ustedes juntos estamos en medio de esta penosa situación.



*  Carlos Jeremías Girón Rivera. Periodista. Miembro del Colegio de Periodistas de Honduras. (carlosjeremiasg@hotmail.com | www.facebook.com/carlosjeremiasgironr)

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