Corrupción, narcotráfico y criminalidad, afectan la gobernabilidad - TicoVisión
Escrito en 06/01/15 a 02:33:53 GMT-06:00 Por Administrador
Guillermo Carvajal A
La corrupción, el narcotráfico y la criminalidad urbana es una tarea urgente de retomar por todos y en todos los niveles de la vida ciudadana. Los efectos de la corrupción se pueden sistematizar bajo una agenda de...

Corrupción, narcotráfico y criminalidad, afectan la gobernabilidad - TicoVisión


06 de enero de 2015 | TicoVisión | Redacción: TicoVisión | Ctegoría: Sociales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




Corrupción, narcotráfico y
criminalidad, afectan la gobernabilidad



Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *

La corrupción, el narcotráfico y la criminalidad urbana es una tarea urgente de retomar por todos y en todos los niveles de la vida ciudadana. Los efectos de la corrupción se pueden sistematizar bajo una agenda de investigación encaminada a crear políticas sociales, tarea que no debe renunciar a ninguna disciplina y abordar con valentía la historia inmediata. Lo anterior, permitirá analizar con una perspectiva de trayectoria los fenómenos sociales que nos afectan significativamente tanto en la calidad de vida de la población como en la pérdida de vidas humanas. La problemática de la "inseguridad" conlleva a desnudar las causas de nuestros temores, cuestionar el comportamiento anti-solidario y debatir los por qué de las indiferencias de los políticos a todo nivel.

La percepción de inseguridad se integra también a otros ámbitos como: económicos, ecológicos, familiares, culturales, educativos y científicos. Las estructuras y actividades de la vida humana en la ciudad, se están transformando drásticamente ante el sentimiento de impotencia frente a la criminalidad.

En términos urbanos, se observa una sensible reducción de los espacios que tienen las ciudades y del tiempo para las actividades que en ellos se deberían desarrollar, lo que propicia e incrementa la segregación urbana. El costarricense de hoy ya no tiene un espacio abierto, sino que sus áreas de movilización se reducen de manera dramática conforme los delincuentes, jóvenes pandilleros y todo tipo de malhechores se apoderan de la mayor cantidad de espacio de la ciudad.

La criminalidad afecta también el tiempo del ciudadano, es decir: la calidad del tiempo para la distracción, y el convivio. Al llegar la noche y el tener que circular por algunos espacios, se convierte para muchos ciudadanos en un lapso de zozobra y de riesgo, y hasta para los ciudadanos organizados llegó el tiempo del patrullaje del barrio o la calle. El manto oscuro de la noche camufla y devela las condiciones de riesgo que representa la amenaza de la criminalidad.

La importancia creciente que adquiere la violencia en las ciudades costarricenses, aún no tiene un correlato respecto de su conocimiento. Hay una falta persistente de información confiable, que se traduce en la dificultad para analizar y conocer las características de la violencia, así como para definir políticas de seguridad y asignación de recursos según prioridades. Tampoco se le ha concedido la importancia necesaria, ni ha sido incorporada en la discusión de los problemas del desarrollo y de las formas de vida, con la urgencia y la prioridad que se merecen.

Debido a que la criminalidad es un problema evidente, organismos tales como las Naciones Unidas inclusive, han tratado de lanzar programas específicos de prevención del delito y la criminalidad en las ciudades del mundo; así mismo, científicos y gobiernos, tanto locales como nacionales, se han concientizado del problema, sin embargo, se han obtenido pocos logros satisfactorios; esto es causa de la carencia de estadísticas fiables y el alto costo de la investigación multidisciplinaria a la infiltración de las narco-redes a la pérdida de la legitimidad de los funcionarios corruptos y a una solapada cooperación de muchos grupos sociales con los que protagonizan el desangramiento de la vida urbana.

En términos económicos, incrementa los costos de las actividades productivas, reduce las ventajas comparativas y las externalidades; distrae los exiguos gastos de salud hacia lesiones y emergencias provenientes de la violencia; la rentabilidad social del capital se disminuye. Hoy día los hospitales nacionales en los servicios de emergencias pasan atestados de casos de violencia urbana, robos, apuñalamientos, heridos con bala, violaciones, golpizas y rendimientos de cuentas entre grupos violentos. Hay una guerra interna que se lucha en las ciudades y los ciudadanos somos las víctimas de las secuelas. La permeabilidad de la ley penal y hasta la corrupción hacen posibles que la pandemia de la violencia crezca como una espiral por todos los tejidos de la vida urbana.

En términos culturales, se impone una homogeneización paralela a la exclusión (del otro, incluso física), y la restricción a las identidades de grupo (generacionales, étnicas). Se estigmatizan lugares, se achaca la violencia a los pobres, siendo todo lo contrario, ya que en los barrios pobres se presentan altísimas tasas de inseguridad ciudadana. Existen lugares, barrios enteros donde no hay patrullaje policial, son territorios ganados por pandillas violentas y en contra de la vida ciudadana.

Pocas han sido las acciones que demuestran contundencia y el flagelo de las drogas + la violencia + la ausencia policial + la corrupción, hacen de los centros urbanos sitios altamente vulnerables. Retomar la vida ciudadana con lleva una estrategia de planificada desde abajo por los grupos sociales, los organismos de representación local y la coparticipación de los grupos policiales.

¿Será posible recuperar nuestras ciudades de esta maldita pandemia? Pero aquí de este carnaval de la muerte algunos sacan su tajada de los medios de información que hacen de la violencia su tema de información, la danza macabra de la noticias, el rito diario de la muerte y la violación ocupan hoy un lugar preeminente en todos los diarios de país. La Extra, Telenoticias, Noticias Repretel y Noticiero Extra 42 se han beneficiado, ya que el periodista no va a la noticia sino que esta llega a él, con toda su crueldad y éste la recoje y es transmitida al televidente con toda la crudeza del caso. En todo caso algo hay que hacer y ¡hacerlo ya!, no podemos seguir contemplando con las manos cruzadas como los ciudadanos vivimos encarcelados en nuestras viviendas.

Este ejercicio reflexivo es una invitación a abordar la historia inmediata con el fin de que podamos construir una sociedad más justa dentro de un contexto global que nos afecta cotidianamente.



*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.

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