Diversidad Cultural y la discriminación como chivo expiatorio - TicoVisión
Cuánto odio y racismo existe en el mundo, cuánto dolor en pos de la estrategia de los grupos nacionalistas y los intereses ocultos, que son los causantes del rechazo ejercido sobre esa pobre gente, los mismos personajes...
Diversidad Cultural y la
discriminación como chivo expiatorio
Por Ángel Frías Coca
Escritor y Analista
Estoy leyendo la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, de 2 de noviembre de 2001, que define la Cultura en su artículo primero de la siguiente manera:
La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Pues bien a tenor de lo leído, se llegaría muy fácil a la conclusión de que aquellos que son capaces de practicar la discriminación rechazan todo lo diferente y lo consideran una amenaza, son los mismos que con su actitud consideran inferiores a personas de otras etnias, aplicando un rechazo a todo lo que no sea de su país.
La inocente intencionalidad de la gente resalta sucesos que no están sino en su mente, amén de toda esa cadena de seguidores que sin ningún criterio, tienden a pensar que el mundo se encamina a la barbarie y la destrucción, y no por casualidad, logran a veces que algo "normal" se comparta a través de las redes y llegue a convertirse en excepcional.
La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Pues bien a tenor de lo leído, se llegaría muy fácil a la conclusión de que aquellos que son capaces de practicar la discriminación rechazan todo lo diferente y lo consideran una amenaza, son los mismos que con su actitud consideran inferiores a personas de otras etnias, aplicando un rechazo a todo lo que no sea de su país.
La inocente intencionalidad de la gente resalta sucesos que no están sino en su mente, amén de toda esa cadena de seguidores que sin ningún criterio, tienden a pensar que el mundo se encamina a la barbarie y la destrucción, y no por casualidad, logran a veces que algo "normal" se comparta a través de las redes y llegue a convertirse en excepcional.
Aun están vivas en mi, las imágenes de los asesinatos en Francia y recuerdo con pena y dolor, la multitud de casos parecidos y aún más horrendos vividos en diversas partes del mundo, casos que hoy en día por desgracia, algunos ideólogos del miedo quieren utilizar, usando como chivo expiatorio, a la población inmigrante y musulmana de todos los males que padece la humanidad. Dándoles igual, que esos episodios sean en Europa contra cualquier persona proveniente de África, en Costa Rica contra los emigrantes Nicaragüenses, -con sus casi 600 mil indocumentados- o el odio ejercido por el pueblo latinoamericano en contra de cualquier individuo que no sea del país, incluso dándose la paradoja de que dentro de esos pueblos latinos, también existe racismo en contra de sus propios nativos.
Cuánto odio y racismo existe en el mundo, cuánto dolor en pos de la estrategia de los grupos nacionalistas y los intereses ocultos, que son los causantes del rechazo ejercido sobre esa pobre gente, los mismos personajes que acosando a sus víctimas, intentan provocar una reacción que justifique y legitime sus acciones.
Es más, de todos es sabido, que detrás de esos ataques de nacionalismo, existen unas ideas cargadas de odios, perjuicios y mentiras, y es que a través de esas mentiras, ellos nos muestran un mundo apocalíptico cultural y social, un mundo paranoico cargado de miedo, donde cualquier emigrante se convierte en enemigo por el mero hecho de ser distinto.
Otro de los argumentos manejados por estos "patriotas" es, que al parecer y siempre según ellos, las personas que pertenecen a diferentes culturas no son capaces de convivir juntas y que la violencia que inunda las ciudades son fruto de esos genes, léase árabes, gitanos, negros... En fin, todo tipo de civilizaciones distintas a ellos. Sin querer entender, que todo es consecuencia de la especulación financiera que en el fondo, es la que lleva a esos individuos a la pobreza y el ostracismo.
La pobreza y el paro, no son fruto de la emigración como en principio se quiere hacer creer, ni se erradica expulsando de sus casas a esos emigrantes indefensos, que ni siquiera son culpables de esa idea tan extendida como es, la de que los emigrantes son más dóciles, y no plantean reivindicaciones laborales, por el hecho de que muchos de ellos, no poseen papeles para poder trabajar, con lo que cada vez más me reafirmo en la creencia, de que el odio no es fruto de las diferentes culturas, sino más bien un juego de intereses. Escribiendo todo esto, me viene la memoria el pasado reciente en la Alemania nazi, en la que un personaje insignificante llamado Adolf Hitler, lleno su país de campos de concentración con las consecuencias trágicas que todos conocemos, culpabilizando a la población judía del paro, la especulación, y la miseria que recorría su país por aquel entonces, con lo que de alguna forma también se utilizo a la población emigrante como chivo expiatorio de todos los males de aquella Alemania.
Cuánto odio y racismo existe en el mundo, cuánto dolor en pos de la estrategia de los grupos nacionalistas y los intereses ocultos, que son los causantes del rechazo ejercido sobre esa pobre gente, los mismos personajes que acosando a sus víctimas, intentan provocar una reacción que justifique y legitime sus acciones.
Es más, de todos es sabido, que detrás de esos ataques de nacionalismo, existen unas ideas cargadas de odios, perjuicios y mentiras, y es que a través de esas mentiras, ellos nos muestran un mundo apocalíptico cultural y social, un mundo paranoico cargado de miedo, donde cualquier emigrante se convierte en enemigo por el mero hecho de ser distinto.
Otro de los argumentos manejados por estos "patriotas" es, que al parecer y siempre según ellos, las personas que pertenecen a diferentes culturas no son capaces de convivir juntas y que la violencia que inunda las ciudades son fruto de esos genes, léase árabes, gitanos, negros... En fin, todo tipo de civilizaciones distintas a ellos. Sin querer entender, que todo es consecuencia de la especulación financiera que en el fondo, es la que lleva a esos individuos a la pobreza y el ostracismo.
La pobreza y el paro, no son fruto de la emigración como en principio se quiere hacer creer, ni se erradica expulsando de sus casas a esos emigrantes indefensos, que ni siquiera son culpables de esa idea tan extendida como es, la de que los emigrantes son más dóciles, y no plantean reivindicaciones laborales, por el hecho de que muchos de ellos, no poseen papeles para poder trabajar, con lo que cada vez más me reafirmo en la creencia, de que el odio no es fruto de las diferentes culturas, sino más bien un juego de intereses. Escribiendo todo esto, me viene la memoria el pasado reciente en la Alemania nazi, en la que un personaje insignificante llamado Adolf Hitler, lleno su país de campos de concentración con las consecuencias trágicas que todos conocemos, culpabilizando a la población judía del paro, la especulación, y la miseria que recorría su país por aquel entonces, con lo que de alguna forma también se utilizo a la población emigrante como chivo expiatorio de todos los males de aquella Alemania.
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