Intentemos imaginar que no nos tocará: Supervivientes - TicoVisión
Intentemos imaginar que no nos tocará, que a nosotros no nos afectará para nada esta guerra que están preparando, tratemos de ver que es un tipo de guerra distinta y que para nada es como las anteriores, que esta, no es...
Por Ángel Frías Coca
Escritor y Analista
Vamos a tratar de jugar a un juego nuevo en el que no existan diferencias, vamos a imaginar todo lo que queramos que pase aun siendo irreal, vamos a tratar de ser esos supervivientes del capitalismo, ese animal salvaje, que nos ha arrojado al abismo robándonos hasta el más elemental de nuestros derechos.
Intentemos imaginar que no nos tocará, que a nosotros no nos afectará para nada esta guerra que están preparando, tratemos de ver que es un tipo de guerra distinta y que para nada es como las anteriores, que esta, no es otra forma de invadir países por el mero hecho del vil metal.
Supervivientes somos aún que no lo queramos ver, pero ignorémoslo, juguemos a la gallinita ciega, un juego en el que no podemos dar ninguna pista al enemigo, como tampoco podremos nombrar a los Mercados financieros, Industrias armamentísticas Bancos, Industrias farmacéuticas, y mucho menos a los políticos, tratemos de ocultar y incluso de reconocer, que lo estamos pasando muy mal, que vivimos de simples apariencias y que la realidad que se vislumbra para un futuro próximo es totalmente falsa.
Intentemos no darnos cuenta de lo pasado recientemente en Grecia, tratemos de no reconocer el juego macabro del capital, en el que ganan las izquierdas y ¿qué hacen? un pacto con la derecha ¿es esto lógico?, juguemos a pensar que no es más de lo mismo, solo que con otros decorados.
Intentemos imaginar que no nos tocará, que a nosotros no nos afectará para nada esta guerra que están preparando, tratemos de ver que es un tipo de guerra distinta y que para nada es como las anteriores, que esta, no es otra forma de invadir países por el mero hecho del vil metal.
Supervivientes somos aún que no lo queramos ver, pero ignorémoslo, juguemos a la gallinita ciega, un juego en el que no podemos dar ninguna pista al enemigo, como tampoco podremos nombrar a los Mercados financieros, Industrias armamentísticas Bancos, Industrias farmacéuticas, y mucho menos a los políticos, tratemos de ocultar y incluso de reconocer, que lo estamos pasando muy mal, que vivimos de simples apariencias y que la realidad que se vislumbra para un futuro próximo es totalmente falsa.
Intentemos no darnos cuenta de lo pasado recientemente en Grecia, tratemos de no reconocer el juego macabro del capital, en el que ganan las izquierdas y ¿qué hacen? un pacto con la derecha ¿es esto lógico?, juguemos a pensar que no es más de lo mismo, solo que con otros decorados.
Vamos a tratar de entender, que no es lo mismo, que lo que está pasando en España, que la malversación de fondos por parte de los políticos y las penas a que se les condena en caso de ser muy flagrantes, como mucho son de unos meses y ni siquiera pensemos en la desfachatez con que se intentar hacer cargar con las culpas, a el pueblo.
Continuemos jugando a este juego nuevo que les propongo, ya es de todos conocido la vuelta y el asumir la presidencia de un partido por el hijo prodigo en Costa Rica y el "interés" de dicho sujeto por su país, hasta el punto de dejarse convencer -según sus palabras- para presidir la republica, pero intentemos no prestar atención hagamos como si no lo hubiésemos escuchado, si de verdad queremos jugar a ese juego donde no existan las diferencias, intentemos vendarnos los ojos, puesto que sino el juego ni siquiera podría comenzar.
Continuemos jugando a este juego nuevo que les propongo, ya es de todos conocido la vuelta y el asumir la presidencia de un partido por el hijo prodigo en Costa Rica y el "interés" de dicho sujeto por su país, hasta el punto de dejarse convencer -según sus palabras- para presidir la republica, pero intentemos no prestar atención hagamos como si no lo hubiésemos escuchado, si de verdad queremos jugar a ese juego donde no existan las diferencias, intentemos vendarnos los ojos, puesto que sino el juego ni siquiera podría comenzar.
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