Cahuita era una fiesta… - TicoVisión
Escrito en 29/07/15 a 05:47:39 GMT-06:00 Por Administrador
Opinión-Análisis
Sí, Cahuita era feliz. Había salido de la pobreza, no había desocupación, se había vencido al diablo de la miseria. A todos les llegaba de alguna manera los beneficios del oro del cacaotero… Corrían los sesentas y setentas...

Cahuita era una fiesta… - TicoVisión


29 de julio de 2015 | TicoVisión | Redacción: TicoVisión | Categoría: Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




Cahuita era una fiesta…

Por Eduardo Zúñiga

UNA REFLEXIÓN SOBRE BANANERAS





Sí, Cahuita era feliz. Había salido de la pobreza, no había desocupación, se había vencido al diablo de la miseria. A todos les llegaba de alguna manera los beneficios del oro del cacaotero… Corrían los sesentas y setentas. En las navidades los niños jugaban alegres con sus matracas, sus pistolas de juguete y todo lo que se les antojara… ¡los cacaotales dominaban sus fértiles tierras… En lo que hoy es Coco’s y Riki’s, había fiesta para adultos  y todos los cahuiteños tenían dinero para enfiestarse sin sacrificar el presupuesto familiar… Eran tiempos en que algunos presumidos compraban un litro de wisky para limpiar la mesa y luego tomaban guaro o cerveza… El chino Wong hacía su agosto con su hotel… Aunque no había turistas, él “importaba” muchachas de San José que hacían la diversión de muchos cahuiteños… Pero eso no iba a durar...
Foto cortesía de ©Ecoquímicas

Un día de tantos corrió el rumor de que en Penshurt, los cacaotales estaban enfermos de una tal “monilia”. No tardarían los sembradíos de Cahuita y alrededores en contagiarse del hongo que las compañías bananeras estadounidenses diseminaban con avionetas disfrazadas de fumigadoras lanzando el supuesto insecticida…


El año 79 fue muy triste” me dice un cahuiteño de pura cepa… "Ese año, los niños tuvieron que irse a dormir temprano el 24 de diciembre sin juguetes… Yo salí a darme una vuelta y Cahuita era un pueblo fantasma: dos o tres habitantes en los bares y ninguno en la calle… Pero faltaba lo peor: tres años antes nadie hubiese querido vender su tierra… ahora las bananeras la compraban por un décimo del valor y nadie -en su desgracia- se atrevía a decir no

La fiesta se acabó. El diablo gringo de la pobreza se adueñó de Cahuita. El bienestar era muy bonito para que durara y fuera destruido por manos imperialistas criminales... El bienestar de los pueblos no es algo que le interese a las compañías transnacionales: ¡Prohibido olvidar ésto!

Noticias y Comentarios por: TicoVisión Costa Rica
Los Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.