Directores culpan al MEP por subejecución presupuestaria y hacen recomendaciones - TicoVisión
y hacen recomendaciones
20 de Setiembre de 2010
TicoVisión
Por Isabel Umaña
Periodista
Girar más recursos, asesorar a las juntas, crear una oficina central para la contratación de obras de infraestructura y eliminar la engorrosa tramitología, son algunas de las recomendaciones de los administradores de los colegios.
El principal responsable de que cerca de ¢52 mil millones, destinados a la ejecución de obras de infraestructura en los centros educativos se encuentren ociosos en la Tesorería Nacional, es el Ministerio de Educación Pública (MEP), según se desprende de entrevistas realizadas a directores de secundaria.
No obstante, el viceministro de Planificación Institucional y Coordinación del MEP, Mario Mora, achaca el problema a la “falta de capacidad de gestión de las juntas administrativas y educativas”. (La Nación del 14/9/10)
Para el director del Liceo de Costa Rica, Milton Rojas Méndez, ante el desconocimiento de las juntas de los procesos y acciones para liquidar esos recursos, el MEP debería crear una oficina ágil con facultad para contratar empresas constructoras reconocidas, a las cuales se les pagaría la mitad del valor, inicialmente, y el otro 50% cuando las obras estén terminadas, previa inspección del Ministerio.
“La idea es evitar malas construcciones y burocracia en los trámites”, dijo Rojas.
La directora del Liceo de Santa Cruz, Guanacaste, Marta Arrieta, se queja del insuficiente dinero girado a la junta administrativa, y hace un llamado para que el Ministerio incremente el monto, a fin de hacerle frente a las múltiples necesidades en infraestructura y equipo, y poder aceptar a más estudiantes. Por ejemplo, las computadoras donadas están desfasadas tecnológicamente.
El colegio fue fundado en 1955 y cuenta con 1.300 estudiantes distribuidos en grupos de 26 a 32 en aulas muy pequeñas. Aunque en este momento se realizan algunas obras, hacen falta dos pabellones más y algunas oficinas.
Arrieta considera que las juntas tienen mucho trabajo, por el cual deberían recibir un reconocimiento económico.
El director del Liceo de Chacarita, Porfirio Peña, también salió en defensa de la junta administrativa, con la que trabaja mancomunadamente.
“El estado del edificio de este colegio es deplorable, y lo viable es una nueva construcción y no reparaciones, pero la principal traba es la falta de escritura del terreno donde está asentado, pese a las gestiones realizadas ante la Dirección de Infraestructura del MEP y de la Municipalidad de Puntarenas.
”Si no nos ceden el terreno, no podemos presentar el proyecto ante el Ministerio”, denunció Peña, quien agregó: “Se requiere una inversión de ¢600 millones, aproximadamente, para no seguir albergando a 1.200 alumnos en una estructura oxidada, donde se mezclan las aguas negras con las pluviales, sin aulas suficientes, con computadoras obsoletas (donadas por particulares)”.
Tras este panorama, Peña recomienda brindar asesoría a la junta, exigir a los miembros mayor escolaridad y sacar los nombramientos de las esferas municipales. De acuerdo con el reglamento actual, la designación de los cinco miembros propietarios está a cargo de los concejos municipales.
Roxana Gamboa, directora del Liceo Fernando Volio Jiménez de Pérez Zeledón, ha topado con más suerte: los integrantes de la junta son profesionales. Pero los trámites burocráticos impiden avanzar en las obras, y es así como en el Liceo existen graves carencias en infraestructura.
“La Junta Administrativa contrató a un ingeniero para agilizar los trámites de la construcción de un pabellón, valorada en ¢90 millones, pero no se ha podido avanzar por la engorrosa tramitología”, declaró Gamboa.
Este pabellón apenas es suficiente para albergar a los 1.041 estudiantes de este año; por lo tanto, para el 2011 tendrá que rechazar matrícula, lo que le podría valer más recursos de amparo interpuestos en su contra por padres y madres de familia.
El centro educativo se fundó en 1996, y a la fecha no cuenta con un gimnasio y solo hay 17 aulas para 35 grupos.
Las gestiones efectuadas ante Dinadeco, Obras Comunales, el IMAS y el MEP para la construcción del gimnasio han sido infructuosas, y por eso las graduaciones de los estudiantes y las reuniones generales de padres de familia las realizan en el templo católico.
Otra odisea viven el profesor de Educación Física y sus alumnos: al no existir un lugar bajo techo tienen que permanecer bajo el sol o la lluvia y acechados por el peligro de la rayería.
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