Los dividendos de la paz.

La coyuntura internacional y hemisférica no podría ser más propicia para que en el seno de esta Asamblea General de la OEA, tengamos como tema principal: " La Paz, la Seguridad y el Desarrollo".
 
Mi país reconoce y felicita la iniciativa del Gobierno de Perú de brindarnos la oportunidad de reflexionar sobre estos temas que son de vital importancia.
 
La paz se construye, fortalece y profundiza diariamente a través del respeto a los derechos humanos de todas las personas,  pero sobre de  aquellas con las que discrepamos.
 
La paz ha sido el norte que cobija a una pequeña nación centroamericana que se atrevió a eliminar el ejército e invertir los fondos para la guerra en educación y salud.

Como pioneros del desarme nos cuesta entender que algunas naciones en el siglo del conocimiento sigan aumentando gastos en armamentos y en ejércitos como denunció el presidente Alan García del Perú en la sesión inaugural, América Latina en los últimos cinco años compró 25 mil millones de dólares en armas nuevas y ha gastado 125 mil millones de dólares en gasto militar, que con muy contadas excepciones, no tienen ningún objetivo dentro de aquello que llamaron "Doctrina de Seguridad Nacional".   Por eso saludamos los esfuerzos de los países del Cono Sur de declararse como "Zona de Paz y Cooperación".

Costa Rica se suma complacida al apoyo a la Declaración de Lima: "Paz, Seguridad y Cooperación en las Américas" ya que en ella se establecen de manera integral, los compromisos de la comunidad de todas las naciones de América en torno a esos tres conceptos claves, pero respetando las individualidades políticas, económicas, sociales y ambientales de cada uno de los países del hemisferio americano.

Creemos en una alianza regional para enfrentar los retos de la criminalidad organizada, y anuncio ante ustedes la firme decisión de nuestro gobierno encabezado por la señora Presidenta Laura Chinchilla, que Costa Rica se reintegra a la Comisión de Seguridad Centroamericana, para que desde este foro y con el apoyo de la cooperación internacional, enfrentemos los desafíos del futuro, porque como ha dicho nuestra mandataria:  "con la exitosa gestión de los gobiernos de México y Colombia, contra los carteles de la droga, sin duda alguna la próxima guerra contra el narcotráfico se dará en Centroamérica" .
 
En este mismo marco, aplaudimos el reconocimiento que se hace de que "el control de armamentos, el desarme y la no proliferación de armas nucleares son fundamentales para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales".  Llegar a esta conclusión significa, un avance en la toma de conciencia de la responsabilidad de nuestros gobiernos en fomentar esas condiciones de paz y desarrollo a las que todos aspiramos.  Significa también ahorrar recursos que pueden utilizarse en otras tareas relevantes y urgentes como "la paz con la naturaleza".

Hago un llamado a la necesidad de cuidar y preservar nuestro entorno, instando a todos los países representados en esta Asamblea General a proteger el ambiente, como medida preventiva para evitar los efectos de los desastres naturales, amenaza que no solamente se encuentra latente si no que ya está causando mucho dolor y angustia a nuestros países.  En los casos en donde el ser humano pueda exacerbarlos como el desastre petrolero en el Golfo de México nos recuerda que todos viajamos en la misma nave galáctica: el planeta tierra.  Es un recordatorio oportuno para que a nivel continental acordemos normas de protección a nuestro entorno.  

Además respecto del Cambio Climático, enfrentamos por un lado la necesidad de adaptarnos ante las primeras manifestaciones y efectos. Como mencioné anteriormente, en el foro de la OEA tenemos responsabilidad con los Estados insulares y con las poblaciones más pobres las cuales sufren desproporcionadamente los cambios en frecuencia y magnitud de eventos climáticos extremos como huracanes, sequías e inundaciones.
 
En relación al desarrollo, Costa Rica anuncia un fuerte proceso para alcanzar la meta de convertirse en un país carbono neutro para el 2021. En este sentido, invitamos a nuestras amigas y amigos del hemisferio a hacer lo propio.
Si pudimos vencer las dudas de que un país no necesita fuerzas armadas para salir adelante, también podemos lograr demostrar que el desarrollo puede ir unido a la protección del medio ambiente.  Alcanzar la meta de ser carbono neutral le costará a Costa Rica cerca de un 1% del PIB por año durante las próximas dos décadas, que provendrán de los dividendos de la paz y de no tener ejército desde hace más de 60 años.

Por lo tanto, trabajemos hombro a hombro con los Estados insulares para que su derecho a la sobrevivencia sea garantizado, con México para que su liderazgo conduzca al mundo "post Kioto" que por un lado mitigue las emisiones de CO2 y por otro nos adapte a los cambios del clima que tanto nos afectan.    De ninguna manera debemos continuar con acciones que exacerben y agraven los eventos climáticos extremos E insisto una vez más de declarar la paz con la naturaleza.


Muchas gracias.