A 4 del Referéndum: ROMPER EL SILENCIO - TicoVisión
Escrito en 06/10/11 a 11:45:32 GMT-06:00 Por Administrador
Política
''No permitamos que nos sigan robando. Levantemos con orgullo las banderas que levantamos en las jornadas gloriosas de nuestra lucha...''

A 4 del Referéndum: ROMPER EL SILENCIO - TicoVisión


06 de Octubre de 2011 | TicoVisión | Redacción - | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



A 4 del Referéndum: ROMPER EL SILENCIO


Por José Merino del Río
Político


Los mismos que fraguaron la mayor agresión sufrida por nuestra democracia en los tiempos modernos, recomiendan un ejercicio de amnesia colectiva para que en nuestra sociedad no se recuerde, ni tampoco se hable de una experiencia que dejó profunda huella en la vida nacional y cuyos ecos positivos no debemos permitir que sean acallados ni aplastados.

Es comprensible que los de arriba recurran a la estrategia del olvido. Quisieran borrar de la memoria popular el significado de una gesta patriótica, que en el mismo dolor de la victoria arrebatada con las armas de la violencia y del miedo, también alimenta la fundada confianza en las reservas de energía cívica y democrática de un pueblo, que en ese pasado tan reciente puede prender la chispa de la esperanza presente, tan necesaria y urgente para defendernos como pueblo y como país ante las nuevas amenazas.

Esa plutocracia, esos sepulcros blanqueados, esas mafias del dinero y de la pluma, necesitan pasar la página y dejar definitivamente atrás, y enterradas si pudieran, las lecciones dejadas por el referendúm. Porque pocas veces en la historia nacional quedaron tan claras y patentes, dos visiones de la Costa Rica que queremos, dos concepciones antagónicas de lo que merece el nombre de llamarse democracia.
 
Los que terminaron imponiéndose fraudulentamente en las urnas, no necesariamente por los votos ahí depositados, sino por el proceso criminal que antecedió a lo que seguramente pasará a los anales de nuestra historia como la “pírrica victoria”,

saben que la clave de su campaña se inspiró y se apoyo en ese manual de instrucciones de la delincuencia política conocido como el Memorándum del Miedo.

Volver a leer ese documento, analizarlo y discutirlo, no es un ejercicio vano de nostalgia o de rencor, sino necesidad de una pedagogía colectiva liberadora, para saber cómo se ejerce el poder cuando los que lo detentan ven sus políticas y sus privilegios amenazados.
 
Esas élites de la infamia necesitan también que olvidemos las promesas, desde las más burdas formuladas por Arias de las motos BMW y de los Mercedes Benz, hasta las más sofisticadas que atribuyeron al TLC la fe en más empleos, más desarrollo, más bienestar para todos y todas.
 
Dirán que cuatro años no es nada, pero si por la víspera se saca el día ya tenemos certezas de que hoy estamos mal y mañana estaremos peor. El mismo gobierno del TLC en picada, anunciando hecatombes si el pueblo no acepta mayores sacrificios. La gente honrada que dijo sí, hoy se siente engañada y defraudada.
 
No se trata para nosotros y nosotras, los cientos de miles de hombres y de mujeres que nos levantamos contra el poder y dijimos NO, de recordar con nostalgia o con odio, tampoco con deseo de venganza o de ajuste de cuentas, sino para restablecer permanentemente la verdad, que es lo único que nos puede hacer libres, restaurar la fraternidad entre el pueblo dividido por una minoría sedienta de espúreas ambiciones, y nutrir desde esas sólidas y profundas raíces las razones lúcidas para levantar de nuevo la indignación y los sueños necesarios.

No se trata para nosotros y nosotras, los cientos de miles de hombres y de mujeres que nos levantamos contra el poder y dijimos NO, de recordar con nostalgia o con odio, tampoco con deseo de venganza o de ajuste de cuentas, sino para restablecer permanentemente la verdad, que es lo único que nos puede hacer libres, restaurar la fraternidad entre el pueblo dividido por una minoría sedienta de espúreas ambiciones, y nutrir desde esas sólidas y profundas raíces las razones lúcidas para levantar de nuevo la indignación y los sueños necesarios.
 
Es necesario recuperar la palabra y hablar. Encender luces en la actual obscuridad que nos mantiene caminando al borde del abismo. Liberar las buenas palabras democracia, patria, solidaridad, justicia, libertad, soberanía, de sus ladrones, de sus mercenarios que las secuestran y las prostituyen. Nos robaron en parte el referéndum, porque nos robaron las palabras con sus gigantescas maquinarias de la doblez y de la manipulación.
 
No permitamos que nos sigan robando. Levantemos con orgullo las banderas que levantamos en las jornadas gloriosas de nuestra lucha: democracia real, patria en la que quepamos todos y todas, naturaleza incluida, bien común, libertad y dignidad.




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