No son solo los movimientos internos son los que demuestran que el régimen de Damasco se encuentra más acorralado a medida que pasan las semanas. Los Estados Unidos han decidido movilizar al portaaviones George W Bush a las aguas del mar Mediterráneo, las cualesbañan las costas de Siria. La embajada norteamericana en Damasco ha instado a sus ciudadanos a que abandonen el país lo antes posible evaluando la probabilidad de que los vuelos comerciales sean cancelados a la brevedad.

Francia, otra potencia occidental y miembro de la OTAN, ha comenzado conversaciones relativas a la creación de un corredor humanitario en Siria, lo que sería un paso previo a la imposición de una zona de exclusión  aérea. Una medida muy conocida por la comunidad internacional por su reciente aplicación durante la intervención en Libia.

El último factor internacional a considerar es de carácter regional,  la Liga Árabe ha aplicado un paquete de sanciones económicas a Siriay al mismo tiempo ha suspendido la membresía del paísa la organización.Un claro mensaje de los vecinos de Damasco, quienes parecieran haberle bajado el pulgar algobierno de Al Assad.

Si bien hace solo algunas semanas parecía impensable que las potencias occidentales intervinieran en Siria el desarrollo de los acontecimientos y recrudecimiento de la violencia han acelerado los tiempos. Lo que hasta hace poco era imposible, ahora es un tema instalado en la agenda internacional. El régimen de Al-Assad se encuentra cada vez más acorralado siendo presionado tanto desde el interior como del exterior. Me atrevería a afirmar que las imágenes Muamar Al Gaddafisiendo capturado y asesinado por los rebeldes libios están ocupando un lugar de creciente importancia en el imaginario de los líderes sirios.