¿Es Gran Bretaña un Estado europeo? - TicoVisión 
La negativa de Londres a firmar el pacto fiscal y el Mecanismo Europeo de Estabilidad da continuidad a la visión de Gran Bretaña de autonomía...
12 de Diciembre de 2011 | TicoVisión | Redacción - | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
¿Es Gran Bretaña un Estado europeo?
Por Santiago Pérez
Licenciado en Relaciones Internacionales.
Twitter: @perez_santiago
La negativa de Londres a firmar el pacto fiscal y el Mecanismo Europeo de Estabilidad da continuidad a la visión de Gran Bretaña de autonomía y separación de la Europa Continental.
Gran Bretaña no ha firmado el tratado intergubernamental de control del gasto público impulsado por Francia y Alemania. El mismo fue aceptado por los 17 miembros de la Zona Euro y 26 de los 27 estados de la Unión Europea, lo que deja, desde el punto de vista de algunos, a Londres aislada y alejada de las políticas coordinadas desde Bruselas.
El presidente francés Nicolás Sarkozy ha declarado luego de la negativa británica a sumarse al acuerdo que ahora existen dos Europas. La pregunta que podríamos hacernos es: ¿Ahora hay dos Europas o siempre las ha habido?
La separación geográfica de las Islas Británicas de la Europa continental no es un simple dato geográfico. Desde hace ya varios siglos que Londres se ha mantenido distante de los vaivenes de la política continental europea. Durante el siglo XIX, operando siempre como un balance de poder entre franceses y
El presidente francés Nicolás Sarkozy ha declarado luego de la negativa británica a sumarse al acuerdo que ahora existen dos Europas. La pregunta que podríamos hacernos es: ¿Ahora hay dos Europas o siempre las ha habido?
La separación geográfica de las Islas Británicas de la Europa continental no es un simple dato geográfico. Desde hace ya varios siglos que Londres se ha mantenido distante de los vaivenes de la política continental europea. Durante el siglo XIX, operando siempre como un balance de poder entre franceses y
prusianos o alemanes, Gran Bretaña ejerció influencia dentro del sistema europeo pero desde una posición algo retirada. Durante aquel período Londres se mantuvo como un jugador “libre”, lo que le permitía tanto ser un actor relevante para europea como para el mundo entero mediante el control de sus territorios del ultramar. Hacia fines del siglo XIX Gran Bretaña y sus colonias representaban el mayor imperio que la historia moderna jamás haya conocido.
Si lo sucedido hace 200 años le parece al lector algo distante, lejano o irrelevante, podemos viajar a 1992. El 7 de febrero de aquel año los líderes europeos reunidos en la localidad Holandesa de Maastricht acordaron que diez años más tarde, es decir en 2002 se materializaría la unión monetaria en una moneda común llamada EURO. Ya sea por motivos estrictamente económicos, ambiciones políticas o simplemente por la continuidad de esta visión de las Islas Británicas como un continente “separado” de la Europa continental, Londres decidió retirarse de Maastricht sin adherir a la unión monetaria y conservar así a Libra Esterlina.
Volviendo a la actualidad y analizando lo sucedido en los últimos días, es importante remarcar que David Cameron alegó que no ha suscrito al acuerdo para no perjudicar el funcionamiento de la “City Londinense”. Si bien Gran Bretaña puede ser considerada una potencia mundial en retirada, el centro financiero de Londres sigue siendo uno de los más importantes y poderosos del planeta. El objetivo de Cameron de defender la autonomía del mismo excede a la realidad europea y puede ser considerado un asunto de “intereses británicos globales”. Si dejamos por un momento de lado el factor militar, podemos encontrar en el sector financiero uno de los últimos bastiones de poder del antiguo imperio, de allí la frase: “El viejo león, todavía muestra sus garras”, en alusión Gran Bretaña.
Por todos estos motivos considero que la decisión británica de no adherir al tratado intergubernamental firmado la última semana en Bruselas no es un acontecimiento aislado o inesperado, sino la continuidad de la forma en que Londres ve a Europa y al mundo entero.
Si lo sucedido hace 200 años le parece al lector algo distante, lejano o irrelevante, podemos viajar a 1992. El 7 de febrero de aquel año los líderes europeos reunidos en la localidad Holandesa de Maastricht acordaron que diez años más tarde, es decir en 2002 se materializaría la unión monetaria en una moneda común llamada EURO. Ya sea por motivos estrictamente económicos, ambiciones políticas o simplemente por la continuidad de esta visión de las Islas Británicas como un continente “separado” de la Europa continental, Londres decidió retirarse de Maastricht sin adherir a la unión monetaria y conservar así a Libra Esterlina.
Volviendo a la actualidad y analizando lo sucedido en los últimos días, es importante remarcar que David Cameron alegó que no ha suscrito al acuerdo para no perjudicar el funcionamiento de la “City Londinense”. Si bien Gran Bretaña puede ser considerada una potencia mundial en retirada, el centro financiero de Londres sigue siendo uno de los más importantes y poderosos del planeta. El objetivo de Cameron de defender la autonomía del mismo excede a la realidad europea y puede ser considerado un asunto de “intereses británicos globales”. Si dejamos por un momento de lado el factor militar, podemos encontrar en el sector financiero uno de los últimos bastiones de poder del antiguo imperio, de allí la frase: “El viejo león, todavía muestra sus garras”, en alusión Gran Bretaña.
Por todos estos motivos considero que la decisión británica de no adherir al tratado intergubernamental firmado la última semana en Bruselas no es un acontecimiento aislado o inesperado, sino la continuidad de la forma en que Londres ve a Europa y al mundo entero.
Los Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.