Diabéticos, el ejercicio físico es su meta para este el 2012 - TicoVisión
Escrito en 08/01/12 a 19:52:11 GMT-06:00 Por Administrador
Salud - Diabetes
El programa de ejercicios debe incluir los aeróbicos y de resistencia para la mayoría de los pacientes diabéticos.

Diabéticos, el ejercicio físico es su meta para este el 2012 - TicoVisión


08 de Enero de 2012 | TicoVisión | Redacción - | Salud / Diabetes | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



Diabéticos, el ejercicio físico es su meta para este el 2012


Author: Dr. Eric Mora

Al iniciar este 2012, debemos reflexionar y establecer metas que contribuyan a nuestro bienestar. Sin duda alguna, uno de los propósitos que debemos establecer es el de realizar ejercicio físico.

El ejercicio físico es indispensable que sea parte del tratamiento integral de los pacientes diabéticos,  tipo 1 y tipo 2.  La actividad física está ampliamente reconocida en todo el mundo como un componente esencial del plan terapéutico. Debido a que se asocia con beneficios y también con riesgos, los profesionales en salud que vigilan la cantidad de ejercicio y seleccionan el mejor para cada paciente, deben estar familiarizados con sus potenciales efectos adversos y prevenirlos.

Cada persona diabética debe recibir un Plan de Ejercicios individualizado, tomando en cuenta las condiciones de salud,

particularmente una valoración cuidadosa de la condición cardiovascular, pulmonar, presión arterial y capacidad muscular para decidir cuáles ejercicios puede realizar  y en qué cantidad.

Los requisitos anteriores deben ser estudiados por un equipo de profesionales que incluye al Médico Especialista en Diabetes que dirige y vigila todo el tratamiento del paciente, con la ayuda del Especialista en Cardiología, el Neumólogo en casos especiales, el Neurólogo y particularmente el Especialista en Medicina Física, quien tomando en cuenta el estado de salud del diabético, le indica  los tipos de ejercicio que puede realizar y controla el progreso del bienestar que produce.

Lo anterior es la situación ideal, pero en casos particulares el primer especialista citado puede vigilar a sus pacientes en las recomendaciones anotadas.  Lo importante es la individualización y la aplicación de lineamientos adaptados a cada caso, evitando la rigidez en los protocolos de ejercicios,  en muchas ocasiones aptos únicamente para personas no diabéticas.
Desde el punto de vista del funcionamiento del cuerpo humano, el ejercicio aumenta sustancialmente la captación de glucosa por los músculos y se establece un mecanismo de balance en la producción de  glucosa y su consumo, dando como resultado  que la glucosa sanguínea permanezca relativamente estable.

Enumeramos a continuación los potenciales efectos beneficiosos del ejercicio y los riesgos potenciales en diabéticos, según aparece en los cuadros 22-2 y 22-1, página 282 del Libro “Clinical Diabetes, Translating Research into Practice”, editado por Vivian A Fonseca, año 2006, capítulo 22, autores Dina S. Green, Lawrence J. Mandarino y Merri Pendergrass, valorado extraordinariamente por su claridad y trato específico de este tema.

Beneficios:
  1. Retraso o prevención del desarrollo de diabetes tipo 2.
  2. Reduce la necesidad de medicamentos en diabetes tipo 2.
  3. Baja las concentraciones sanguíneas de glucosa y hemoglobina A1c.
  4. Mejora el perfil de lípidos.
  5. Baja la presión arterial.
  6. Promueve la pérdida de peso.
  7. Mejora la condición cardiovascular.
  8. Disminuye la mortalidad global  y la cardiovascular.
  9. Disminuye el riesgo de cáncer.
  10. Reduce el riesgo de depresión.
  11. Mejora la salud de los huesos.
  12. Aumenta la fuerza y la flexibilidad muscular.
  13. Mejora el sentirse bien.

Riesgos potenciales. 1.- Eventos cardiovasculares. 2.- Lesiones músculo esqueléticas. 3.- Hemorragia del Vitreo o desprendimiento de la retina. 4.- Úlceras en los pies. 5.- Hipoglucemia. 6.- Hiperglucemia. 7.- Cetosis.

Por todo lo anterior la Evaluación Pre-Ejercicio es, como se señaló al principio de esta comunicación, indispensable. El Cuadro 22-3 del libro citado,  indica la necesidad de hacer una historia clínica completa, examen físico y evaluación de laboratorio para determinar: 1.- Historial  del ejercicio físico realizado, incluyendo la buena disposición para el cambio, nivel habitual de actividad física, tipo de ejercicio que realiza el diabético, su frecuencia, duración e intensidad. 2.- Presencia de complicaciones crónicas   que pueden ser una contraindicación para ciertos tipos de ejercicio: neuropatía autonómica, enfermedad cardiovascular, enfermedad cardíaca coronaria, hipertensión arterial, microalbuminuria y nefropatía, neuropatía periférica, enfermedad vascular periférica, retinopatía. 3.- Otros hallazgos médicos o condiciones que requieran consideraciones específicas y 4.- Medicaciones que requieran ajustes de dosis y horario de administración  en relación con el programa de ejercicio.


Se confirma lo anotado en el sentido del beneficio del ejercicio físico para los diabéticos y los cuidados especiales que deben observarse.

El programa de ejercicios debe incluir  los aeróbicos y de resistencia para la mayoría de los pacientes diabéticos. Los ejercicios aeróbicos 150 minutos semanales de ejercicios moderados o al menos 90 minutos de ejercicios vigorosos, distribuidos en tres días de la semana y sin tener dos días consecutivos sin actividad física y en ausencia de contraindicaciones se les alienta  a realizar ejercicios de resistencia tres veces a la semana, incluyendo los grupos principales de músculos.

Se enfatiza finalmente que dada la alta prevalencia de enfermedad cardiovascular asintomática en los diabéticos, es prudente incluir, en la valoración anterior a la práctica de ejercicio físico,  una cuidadosa valoración cardiovascular.  La Asociación Americana de Diabetes recomendó evaluar a todos los diabéticos mayores de 35 años y  25 años cuando hay evidencia de un factor de riesgo.  La prueba de esfuerzo cardíaco, con toma simultánea de Electrocardiograma, tan común en estos días, da una información valiosa de la condición cardíaca en la relación del reposo con el ejercicio. Los autores mencionados enfatizan que debe realizarse a todos los diabéticos mayores de 40 años, con o sin factores de riesgo cardiovascular. Además hacerla en las personas mayores de 30 años con diabetes de más de 10 años de evolución. También si hay fumado, hipertensión arterial, dislipidemia, retinopatia proliferativa o no proliferativa, nefropatía  e incluso microalbuminuria e independientemente de la edad si hay sospecha o enfermedad arterial coronaria conocida, cerebrovascular o periférica,  neuropatía autonómica y enfermedad renal avanzada con insuficiencia. Finalizamos recordando que en todas estas situaciones presentadas hoy,   el médico tratante de esta enfermedad  es la persona más indicada para aconsejar al paciente diabético.




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