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Dejaré de medicarme: Democracia se llama - TicoVisión |
Publicado en 17/04/14 a 01:54:34 GMT-06:00 Por Administrador |
Nos hemos vuelto locos todos, este mundo no tiene remedio, Las universidades destruyen el conocimiento, los médicos suelen fastidiar a los sanos, las religiones terminan matando el amor a Dios, a eso que le llaman arte moderno... Por Ángel Frías Coca Escritor 17 de abril de 2014.- Nos hemos vuelto locos todos, este mundo no tiene remedio, Las universidades destruyen el conocimiento, los médicos suelen fastidiar a los sanos, las religiones terminan matando el amor a Dios, a eso que le llaman arte moderno no lo entienden ni los que le pusieron el nombre, si la policía encuentra droga casi nunca hay detenidos porque hay mucha corrupción... entonces ¿que se puede hacer ante tanto desatino? Creo que no tendremos más remedio que recurrir a la inventiva, y utilizar algún método que pueda resultar eficaz, algo así como lo inventado por Samuel Hahnemann, una medicina compuesta por preparados altamente diluidos llamada homeopatía, la que al parecer mejora el espíritu ateniéndose a los principios de que "lo similar se cura con lo similar". Dando por cierta esa teoría, sin pensar ni llegar a considerar la veracidad de las formulas puesto que al parecer esta terapia está basada en "evidencias", aunque también hay quien no está de acuerdo y cree que la homeopatía sí que cura, yo no entrare a valorar este tipo de cosas ya que para mí, ese tipo de medicina es algo así como el temor de pasar por debajo de una escalera o no derramar la sal, en fin que nada es verdad ni mentira, sino que va a depender del cristal con que se mira. Pero volviendo al enunciado: si de verdad estamos locos ¿cómo se pudiera expli- car nuestra cordura?, el desastre que se produce en nuestras mentes es causada por la pasividad, y todo el desajuste mental que tenemos no es otro que el exceso de credulidad y el seguir a ciegas todo lo que nos cuentan los interesados en ello pretendiendo que sigas sus declaraciones como si fuesen la palabra de Dios. Vivimos en un ambiente hostil donde existen tambores de guerra, peligro real de desarraigo, y alguna vez tendremos que dejar nuestra locura y elegir cuidadosamente como deseamos vivir, elegir nuestra propia medicina, ya sea homeopatía y seguir aguantando por aguantar pensando en esa cura milagrosa, o la rebelión. También podríamos jugar a un juego muy importante o no, tal como lo queramos ver, y si no preguntemos a las gentes que desgraciadamente se aferraron a esa palabra tan fatal para el desarrollo de la humanidad, -democracia se llama-, un juego peligroso basado en la buena fe de la gente, a la que se engaña ocultando el verdadero interés. Los demócratas, a los que lo único que les importa es jugar a la guerra y que no defienden nada que no sea el dinero, capaces de pagar a cualquier grupo terrorista y compuesto en su mayoría de mercenarios a sueldo, para luego como por arte de magia convertirlos en los salvadores de sus pueblos. Tomar de esa amarga medicina, pensando en que "lo similar se cura con lo similar" y llorar junto a esos pobres que sufren y ven como los "demócratas" apoyan a cualquier personaje siniestro que le haga el juego sucio, y sea capaz de venderse. Tomemos la medicina que suelen tomar los humildes, e intentemos no ver la realidad de la tan cacareada democracia, algo que mientras no se demuestre lo contrario, no suele servir nada más que para hundir al mundo en guerras y más guerras. Demócratas, capaces de llamar dictadura a una de las democracias más constatadas del mundo, la Venezolana, que cuenta con una de las mejores constituciones del mundo, -según escritos de algunos expertos- y fue votada por más del 71% de los venezolanos en las últimas elecciones, y ni con la alianza de partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) lograron el triunfo, consiguiendo el 44,97% del total de los votos, frente al 54,42% con seguidos por el presidente actual, batiendo además un récord al obtener una participación del 80,94%. Cómo es posible el que tantos seudodemócratas estén a favor de reventar los designios de un pueblo, que en plenitud de sus derechos, eligió democráticamente su forma de gobierno; pena y rabia es lo que siento al ver lo que escriben y cuelgan algunas personas siguiendo unos intereses siniestros. Tan solo por eso… Yo dejare la medicina, dejare de auto medicarme y tomaré algunas dosis de lectura sabia en pos de sanar, si no mi cuerpo, sí mi mente. |
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